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Historias ejemplares

Mario Murgado: En Miami, el sueño americano aún está vivo

Mario Murgado: En Miami, el sueño americano aún está vivo
viernes 30 de diciembre de 2011, 09:23h
El compromiso y la constancia son partes esenciales del éxito del empresario Mario Murgado. Tanto así, que dice que quien no está comprometido con sus sueños, no los alcanza.

Lo cierto es que, a sus 50 años, Murgado, Presidente y Jefe Ejecutivo de Brickell Motors, aun tiene mucho entusiasmo por seguir trabajando con tanta energía y visión de futuro como cuando decidió, ya armado con sendos títulos de mercadeo y economía, que lo que más futuro tenía era encaminarse hacia algo que desde pequeño lo apasionaba: los autos.

"Es una pasión que siempre he tenido, desde chiquito. Creo que todos los muchachos sueñan con los carros, con manejarlos, con tenerlos. Sueñan con su padre manejando el carro, y yo desde pequeño siempre tuve un delirio con eso", dijo.

Murgado recuerda cómo de pequeño, viviendo en Chicago, hacía de traductor entre el vendedor de carros y su padre, cuando iban a cambiar de vehículo, y hasta lo invitaban a regresar cuando fuera más grande. Se podría decir que Murgado se empezó a entrenar como empresario en el negocio de los automóviles desde pequeño.

Al preguntársele si se acuerda de cómo se sintió cuando vendió su primer carro, se ríe y contesta que se acuerda perfectamente. "Era un Honda Civic del 81, de dos puertas, rojo y gris por dentro. Sinceramente, estaba muy nervioso, porque lo que uno más quiere como vendedor es hacer al cliente lo más feliz posible; y a la vez, que la empresa para la que uno trabaja quede bien".

"Yo creo que lo más importante para un vendedor es ser genuino, auténtico, porque el cliente que se acerca a ti está dependiendo de tu pericia y conocimientos. Si quieres tener éxito, siempre haz lo correcto por las razones correctas. En la vida, lo más importante que uno tiene es su nombre, y al final del día lo que tú quieres es que te recuerden por las cosas buenas que hiciste y por las relaciones que forjaste a lo largo de tu vida", dijo Murgado, quien agregó que hoy en día tiene miles de contactos, y que cuenta entre sus mejores amigos a personas que en algún momento fueron sus clientes.

El vuelo de la libertad

Murgado llegó a Estados Unidos faltando pocos días para cumplir cuatro años. Vino desde Cuba en los Vuelos de la Libertad, solo, como tantos niños de la Operación Pedro Pan. Se considera dichoso y le da gracias a Dios por haberse podido reunir con su madre un mes después de haber llegado. Por su padre esperó un poco más.

Esos momentos los recuerda con perfecto detalle. "Sinceramente, tu niñez se va así. Lo más grande que uno tiene cuando es niño son sus padres. Tu papá es Supermán y tu mamá, La Mujer Maravilla. No hay nada que recuerde más que los momentos antes de salir de Cuba. Estaba a un lado del cristal y, del otro, mis padres. Me recuerdo caminando hasta el avión, cómo era el avión, cómo se encendieron los motores y cómo fue el vuelo. En ese momento, la niñez se va. En ese momento te vuelves un adulto en un cuerpo pequeño. Ya después no es lo mismo", dice.

La familia fue relocalizada en Chicago y permaneció ahí hasta 1978, cuando se mudaron a Miami.

Visión de futuro en Miami

"Toda la vida quise ser un empresario. Yo siempre creí que iba a ser dueño de mi negocio", agregó Murgado, quien también relató que cuando era niño, en Chicago, ofrecía sus servicios a vecinos, quienes le pagaban por quitar la nieve o cortar el césped. Incluso vendió zapatos puerta a puerta. "Pero mi pasión siempre fueron los autos, y esa pasión se han convertido en el trabajo al que le he dedicado mi vida", dijo.

Murgado se refiere a Miami en términos muy elogiosos: "A mí me encanta Miami. Yo trato de ser un embajador para Miami, cada vez que puedo. Miami es un lugar donde el sueño americano aun está vivo", dijo, al referirse a las personas que cada día llegan a Miami de otros países, porque "todavía piensan que aquí está el sueño americano y pueden lograrlo. Saben que si ponen esfuerzo, trabajan duro y se convencen, van a lograrlo. Y yo soy muy feliz cada vez que puedo ayudar".

Para él Miami es "la Capital de las Américas". Dice que, a diferencia de otros negocios, ellos no se fueron de la zona de downtown. "Nosotros queremos ser una de esas compañías de las que la ciudad y sus ciudadanos se sientan orgullosos", dijo.

La Historia, su otra pasión

Le gusta aprender de los líderes de la historia, como Abraham Lincoln, por quien siente una profunda admiración, porque fue un presidente que asumió su mandato con un país arruinado por crisis, la Guerra Civil, etc. "Uno ve la foto de Lincoln cuando empezó como presidente y las últimas que hay de él y se ve la diferencia. Esta bandera hondeó en uno de los fuertes que él visitó. Cuando tengo un momento difícil, me pongo a pensar y toco la bandera y digo: 'no tengo momentos difíciles'. Todos esos líderes te enseñan cosas. De él aprendí la perseverancia, la resistencia. De George Washington, la visión. De Thomas Jefferson, cómo crear cosas, estructuras y cómo construirlas. De John Adams, a estudiar. Y así sucesivamente, de Hamilton, Taft, Roosevelt, etc., de todos se aprende un poco", agregó exhibiendo una bandera de los Estados Unidos que adorna su despacho.

Su fórmula para el éxito

"Lo cierto es que si uno trabaja todos los días hacia una meta, cuando la oportunidad llega uno lo sabe y está listo para actuar. Si uno no lo visualiza, lo sueña y lo trabaja, cuando la oportunidad llega puede que no se reconozca. Esa es la diferencia. ¿Que si soy persistente y optimista, y que tengo la actitud correcta? ¡Puedes apostarlo! Pero también creo en el esfuerzo, el deseo y el compromiso con la meta final. Nadie dijo que fuera fácil, pero si uno está comprometido, con la gracia de Dios y de esta gran nación, uno logra lo que está buscando. Yo creo que cualquier cosa se puede lograr", concluyó.

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