José Vicente Morales, un emprendedor que aspira a resolver el problema de los residuos plásticos y el déficit energético matando dos pájaros de un tiro

Licenciado en Químicas por la Universidad de Alcalá finalizó su carrera en la Universidad de East Anglia (Norwich, Inglaterra) y ahí, precisamente, fue donde se despertó su interés por estos materiales. Durante el último año de carrera en el extranjero José Vicente tuvo la oportunidad de formar parte de un prestigioso equipo de investigación en plásticos biodegradables e inmediatamente después, ya en España, empezó a trabajar en una multinacional del sector químico dedicada a la transformación de plásticos, empresa en la cual actualmente sigue trabajando como responsable de todos los procesos químicos y medioambientales que suceden en la misma.

Con el trascurso de los años descubrió que ya poseía un conocimiento técnico importante en materia de plásticos pero que si quería desempeñar un puesto de alta gerencia o incluso crear su propio negocio necesitaría ampliar su formación en el ámbito de gestión y administración de empresas. Por ello decidió realizar un máster MBA en la Universidad de Alcalá de Henares, tras el cual se decidió por iniciar la hazaña del emprendimiento. "No me podía resignar a la idea de que pudiera llegar a caer en una espiral rutinaria sin apenas tener posibilidad de innovar o desarrollarme profesionalmente", argumenta José Vicente.

El emprendimiento lo lleva dentro

Y es que el tema de los emprendedores lo lleva en la sangre. "Durante mi época de estudiante nadie mencionó que existen más posibilidades además de aspirar a trabajar por cuenta ajena cuando termines tus estudios. Desde la más tierna infancia, la sociedad en la que vivimos nos pretende convencer de que el futuro está en ser un gran futbolista como Ronaldo, jugador de tenis como Nadal o conductor de fórmula uno como Fernando Alonso. No critico que ello esté mal o sea el camino erróneo, todos ellos son ejemplos del esfuerzo y lucha por conseguir un sueño, no obstante, muy pocos niños españoles tienen como ídolos o ejemplos a seguir a empresarios de renombre como Bill Gates o Steve Jobs", lamenta José Vicente quien ya conoce cuán difícil es emprender y al tiempo lo gratificante que es ese sabor de boca inigualable de conseguir algo que tanto ha costado.

De hecho, a través de su familia y su entorno más cercano ha podido experimentar las dos caras de la moneda: personas que han encontrado el éxito en el emprendimiento y otros que por desgracia no han tenido tanta suerte. "Sé a lo que me expongo en caso de que las cosas no salgan como inicialmente he estimado", admite José Vicente quién no pierde la ilusión de alcanzar sus objetivos.

A corto plazo la principal meta que tiene frente a sí es la financiación que según su propia definición es "el mayor escollo que se le presenta a todo emprendedor actualmente". Sin embargo, ya mira lejos. "Estoy seguro que mi proyecto, y más habiendo sido objeto de varios premios y reconocimientos importantes, en una época boyante no presentaría problemas de financiación ajena", explica. Esto se basa en unos objetivos ambiciosos. Entre ellos están: suministrar a los clientes productos y servicios de la más alta calidad para ganar su "respeto y lealtad"; participar en áreas de interés que se construyan sobre nuevas tecnologías, competencias, e intereses de los clientes y honrar a la sociedad "al ser un activo económico, intelectual y social para la nación y comunidad donde operamos".


Una energía verde a base de plásticos

"Deshacerse de los plásticos supone desaprovechar los recursos", explica José Vicente. Esta es la idea sobre la que se asienta un proyecto innovador, Polymeroil, que produce una alternativa verde a su homólogo comercial, el fueloil.

A día de hoy en España, el 23% de los residuos plásticos se recicla, el 17% se recupera energéticamente y el 60% restante acaba en los vertederos. Mientras algunos países europeos alcanzan una tasa de recuperación superior al 90%, países escandinavos especialmente, muchos otros, tales como España e Italia, se quedan atrás. Dentro de los sectores industriales que mayor impacto tienen sobre estas cifras se encuentra el de la construcción. Si comparamos los índices obtenidos en este sector en particular en distintos países de la UE nos podemos dar cuenta del amplio margen de mejora que existe en nuestro país.

Desde su etapa investigadora, José Vicente no ha parado de trabajar en esta disciplina, por lo que conoce el papel que juega este material en el desarrollo de nuestra sociedad otorgando innumerables beneficios pero también problemas aún sin resolver, especialmente cuando pasan a ser un residuo no valorizable, terminando la mayor parte de éstos en vertederos.

Afortunadamente, la sociedad en general ha experimentado un cambio sorprendente a este respecto y la conservación del medio se ha convertido en una de las prioridades en los países. Aunque ya se ha avanzado mucho, no se debe olvidar los retos que todavía quedan pendientes, y esa es la idea que le llevó a comenzar este trabajo.