Hay
hombres
que son buenos amantes,
hacen sexo intensamente, de forma prolongada y con plenitud cada vez
que lo deciden, o siempre que lo hacen. Han aprendido
a tener esa destreza y disfrutan y hacen disfrutar
a las mujeres del sexo. Sí, estos hombres existen,
pero por desgracia no son muchos los que, si aman y desean a su
compañera, funcionan así.
Claro
cuando un hombre eyacula
rápido o tiene episodios
de disfunción eréctil
está preocupado porque
no satisface a
su mujer. Ella puede interpretarlo como egoísmo
o falta de interés por ella, ya que no quiere compartir el placer,
no quiere colaborar... Él ve cómo su
autoestima se derrumba de
una forma reiterada.
Hay
parejas que padecen de falta
de placer durante años.
Lo sienten como una amenaza,
evitan hablarlo entre ellos y además lo ocultan a terceros. Y claro
si los dos esperan con ilusión un gran desempeño, el fracaso
les humilla. Y cada vez
que se produce un encuentro eyaculan
a toda velocidad, de
una forma muy parecida al adolescente en su primera
experiencia.
Aquí no
hay entendimiento entre
la pareja ... las mujeres creen que para ellos, es fácil el control
de la eyaculación, piensan que simplemente no
tienen interés y les es
más fácil dejarse ir ... Los hombres suelen afirmar que si
estuvieran en el lugar de ellas durante el acto sexual, nunca
fallarían. Y añaden que como carecen
de pene no necesitan
tener erecciones,
pero lo que no contemplan es que a las mujeres también se les nota:
tienen que lubricar
para dar acceso al pene, igual que el varón necesita estar
erecto y preparado para
el coito.
Además
añaden que, un lubricante
artificial facilita que
la mujer participe en el acto sexual ... Y cuando se enfadan dicen,
que para ella también es posible simular
el placer y el gozo,
lo que es mucho más difícil para el sexo masculino ...
Pero
¿qué es esto, qué están
diciendo?... Las mujeres
no
tenemos por qué
fingir el orgasmo. No
padecemos de eyaculación
precoz, ni de disfunción
eréctil, pero tenemos
otros problemas tan
importantes como esos. Como es ... no
poder alcanzar
al orgasmo, o fobia
a la penetración o
dolores en el coito
... Eso sí ambos coincidimos en la inapetencia
sexual, esa falta de
apetito, muy común en esta década, que nos nubla
la existencia y que es la
causa de muchas rupturas,
porque no desear
es como estar muerto.
Aquí
aparecen la responsabilidad
y la culpa,
y la pareja está viviendo una relación incestuosa. Veremos si hay
otros intereses que puedan, aún así, mantener unida a la pareja
...
¿Cómo
se recupera el deseo? El
deseo que cada uno siente
por el otro, su capacidad para seducir
y ser seducido, para
utilizar la fantasía, para imaginarte unido
al otro en la cama, es la
estación en la que termina
un viaje que tú y yo
podemos recorrer juntos si te pones en contacto
conmigo para hacer
Terapia
Sexual. Lo vamos a
recorrer desde el principio, para poder descubrir las razones por las
que hombres y mujeres no
encuentran atractivo el
cuerpo del otro, ni el pene, ni la vagina, ni los pechos de la
mujer...
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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com

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