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Buena cosecha, aunque inferior a la del año pasado

Los 20 mejores discos de rock y metal de 2012

Los 20 mejores discos de rock y metal de 2012

Por Pablo M. Beleña
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jueves 03 de enero de 2013, 12:46h

1.- Sylvan - 'Scenearies'

Impresionante lo de los alemanes. Desde los primeros segundos su doble CD atrapa con un sinfonismo y clacisismo donde los pianos, las voces y las guitarras trasladan al espectador a otro planeta. Otro disco conceptual que se cuela entre los mejores del año. El doble disco contiene 5 movimientos que ellos llaman 'capítulos', al estilo de obra ambiciosa que busca crear una mella en nuestros corazones. Lo han conseguido. Imprescindible.


2.- Beardfish - 'The Void'

Los suecos suman y siguen tras su genial 'Mammoth' del pasado año. ¿Imaginan un zumo con las mejores frutas mezcladas, las más sabrosas y enriquecedoras? Pues algo así han querido hacer Beardfish con este inquietante, delicado, glamuroso y majestuoso 'The Void', una pieza maestra que guardará siempre en su nevera para mantener fresco el espíritu de la alta música y la esencia del arte.


3.- Ihsahn - 'Eremita'

A muchos les da miedo tan sólo con pensar en el black metal. Ese rollo satánico o crítico con el cristianismo es aterrador hasta para Ozzy Osbourne, otrora príncipe de las tinieblas para los rockeros. Pero el 'rollito' del noruego Ihsahn es otro: es un genio musical, componiendo y produciendo, y los mejores artistas de su país se mueren por colabora con él. No es para menos: este nuevo disco le coloca donde está, entre los grandes del desconocido mundo del black metal progresivo o alternativo. Músicas, en el fondo, tan difíciles de calificar y etiquetar, que mejor escucharlas sin prejuicios. ¿Se imaginan un saxo sonando como acompañamiento ideal para unas guitarras blackmetaleras y voces propias del género? Pues si no, escúchenlo ya...


4.- Harvest - 'Chasing Time'

El disco nacional junto al de Toundra, sin duda. Quizás su música es menor original que la de los madrileños aquí mencionados, puesto que tocan una mezcla de pop melódico fusionado con el sinfonismo clásico de grupos como Marillion, pero su calidad está por encima de estos análisis de forma. Incluso el guitarrista de la mítica banda, Steve Rothery, ha colaborado en un tema del disco, el cual tiene aún más glamour que su disco de debut, 'Underground Community'.


5.- Toundra - 'III'

Sin duda uno de los discos nacionales del año. Su música es complicada de definir: post-rock, post-metal, música instrumental, fusión, metal progresivo... un poco de todo para lograr que 3 discos después sigan sorprendiendo sin soltar una sola palabra en las letras. Cuando uno pensaba que tras dos discos repitiendo la misma fórmula llevaría a un tercer álbum desastroso o cansino, se equivoca con gusto: 'III' es una vuelta de tuerca a su música, incidiendo en los efectismos más logrados y mejorando en las melodías para no sólo ser ases del ritmo y la armonía.


6.- In Mourning - 'The Weight of Oceans'

Otra maravilla que llega desde el death metal progresivo, un género denostado porque los más pulcros del rock clásico no conciben escuchar esas voces guturales que comenzaron con el death puro pero que ha evolucionado a cotas de creatividad impresionantes. De hecho, si este disco es uno de los mejores del año es porque en realidad, sin ataduras mentales, gustará a cualquier amante del metal complejo y del progresivo-sinfónico. Puro en clave death de estos antes siniestros In Mourning ("de luto", significa su nombre) que ahora se abren a caminos más melódicos y menos cerrados.


7.- The Mars Volta - 'Noctourniquet'

Genialidad donde las haya. La banda de Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala sigue haciendo cosas al borde de lo alternativo, porque juegan tanto con la experimentación que en esta ocasión les ha quedado un disco incalificable. Genial para escuchar con la luz apagada y sin prejuicios de ningún tipo, sabrá a poco y a tristeza, porque la banda se va a tomar un tiempo de descanso. Esperemos que lleguen mucho más como este disco, que en general ha gustado mucho menos que 'The Bedlam in Goliath' y 'Octahedron' pero quizás con algo de injusticia.


8.- Sigur Ros - 'Valtari'

El triunfal regreso de los islandeses ha sido otra de las grandes noticias discográficas del año. 4 años después de que algunos de sus miembros se aventuraran a discos en solitario después de publicar en 2008 el ilegible 'Með suð í eyrum við spilum endalaust', Jónsi y compañía están de vuelta con un álbum muy contemplativo, ambiental y quizás menos post que otros, aunque igualmente intimista y penetrante. Música que se escribe con el alma y que se nota, porque directamente hacia donde se nos ataca. Imprescindible.


9.- Anathema - 'Wheater Systems'



Qué decir ya de los británicos, que no dejan de crecer en mito, leyenda y culto, pese a que no estén en el star-system. Este último disco ha sido un nuevo viaje hacia la luz. Es la mejor forma de describir el viraje musical de estos monstruos que si empezaron siendo amos del 'doom metal', han terminado siendo los putos amos de la luz. Poco a poco se fue viendo ese viaje sonoro, pero en el anterior 'We're Here Because We're Here' (2010), disco muy celebrado por crítica y público, dejaron claro que su vida era otra. Habían sido felices y comido perdices, o algo parecido. Su oscuridad interior, que dirían en la serie 'Dexter', se había marchado para dar paso a los paisajes musicales 'ambient', atmósferas naïf y melodías dulces.


10.- Paradise Lost - 'Tragic Idol'

Sin duda, el disco doom y gothic metal del año. Los británicos ya son todos unos expertos en su campo y aunque en ocasiones parece que todos sus discos suenan iguales, hay que exigir lo máximo a nuestro sistema auditivo para darse cuenta de que no sólo nos gustan por sonar como siempre, sino por la complejidad de cada una de sus composiciones. A quien le gustase 'Faith Divides Us - Death Unites Us', de 2009, disfrutará con esta nueva obra.


11.- Neal Morse - 'Momentum'

El norteamericano sí que está en racha. Todo lo que toca es oro. En este año se ha permitido el lujo de sacar también un álbum con su nueva banda, Flying Colors, junto a Mike Portnoy o Steve Morse, y aún así ha tenido tiempo de repetir jugada en solitario sólo un año después del genial 'Testimony 2' de 2011. Sigue hablando de Dios -es un evangelista practicante que hace rock cristiano-, pero mucho menos, ya que 'Momentum' es un disco de progresivo clásico con mucho toque comercial y pop para abrirse a todos los públicos. Muy 'beatleliano' también.


12.- The Gathering - 'Disclosure'

Una de las sorpresas del año, sin duda. Ellos son buenos de por sí, pero no podíamos esperar ver un disco suyo colados entre los más grandes, ante la competencia tan fiera que hay. En el álbum apreciamos un bello juego con elementos de música electrónica sin perder su esencia de pop-rock y progresivo para lograr un sublime 'Disclosure'. Simplemente con escuchar temas como 'Gemini II' uno puede hacerse una idea del lujo musical al que va a asistir en 52 minutos que se hacen muy, pero que muy cortos...


13.- Marillion - 'Sounds That Can't Be Made'

Nunca se cansan de sacar buenos discos los buenos de Marillion, chicos veteranos donde los haya. Desde los 1980 no paran de producir su particular versión del rock progresivo y sinfónico, cada vez más melancólico, intimista y propio de Steve Hogarth, su líder intratable. En esta ocasión dejan la melancolía excesiva de su anterior trabajo, curiosamente titulado 'Hapiness is the Road', y crean melodías más complejas y texturas sonoras sencillamente geniales y monumentales. No gustará a los fans de la banda original, pero sin duda que con una escucha justa se les hará justicia.


14.- RPWL - 'Beyond Man and Time'

Los alemanes han firmado un disco conceptual complejo y extraño y no han defraudado a nadie. Original, intimista, sensible y profundo, 'Beyond Man and Time' supone el viaje a la primera división del progresivo internacional. La gira de presentación no sólo ha estado acorde a su calidad, sino que ha superado las expectativas y ha hecho casi inmortal para su público el disco. 'Pinkfloydiano' y muy sinfónico, RPWL han dejado atrás unos años de silencio y proyectos propios de los miembros de la banda para reforzarse ahora como banda gracias a un gran liderazgo de Yogi Lang, que canta, toca teclados, guitarras y produce. Todo lo que haga falta...


15.- Adrenaline Mob - 'Omertá'

Interesante oferta de un nuevo proyecto de gente incansable como son Mike Portnoy o Russen Allen. El primero no para, literalmente. Dejó Dream Theater y sigue trabajando con Neal Morse. Fundó también con él Flying Colors y ahora este Adrenaline Mob con el cantante de Symphony X y el guitarrista Mike Orlando. Suenan bien, con una mezcla de metal machacón, algo de metal progresivo y sobre todo, un saber hacer increíble. No decepcionará a nadie.


16.- Muse - 'The 2nd Law'

Criticados, cuestionados, atacados... es lo que tiene ser un grupo puntero y de éxito: que tiene tantos fans como detractores. Su nuevo álbum confirma que escapan cada vez más del rock alternativo y sinfónico para regustarse con el sabor de la electrónica, pero no sólo no pierden fans en el mundo del rock sino que asientan sus bases. 'The 2nd Law', sin embargo, adolece de una cosa: tiene grandes temas y grandes mediocridades. Pese a todo, es una obra notable.


17.- Kiss - 'Monster'

Parecía imposible que a estas alturas del guión sean capaces de sorprendernos, pero sí. Si ya en 'Sonic Boom' hicieron un digno ejercicio de rock sin apenas gestos comerciales, llegan con un álbum de reministencias setenteras en algunos casos y con un arte que sólo ellos son capaces de representar: el glam-rock sin fecha de caducidad, la marcha sin control y la diversión hecha música de calidad.


18.- Rush - 'Clockwork Angels'

Para ser un buen disco le falta algo más de 'chicha', sin duda. Partimos de la idea de que todo lo que hacen Rush, este trío de veteranos rockeros canadienses, es oro. Pero bueno, no todo oro tiene que estar empleado con el mismo arte. En esta ocasión forman un reloj de oro macizo bello pero algo frío, y que se enfrentaba al gran enemigo de la expectación que había por escucharles de nuevo tras un lustro de silencio. Demasiado tiempo que hace que se incrementen las ansias por algo grandioso. Insisto: buen disco que, sin embargo, no se cuela entre los más grandes de su discografía.


19.- Storm Corrosion - 'Storm Corrosion'

Sin duda una de las controversias del año. El proyecto que crearon dos artistas en la cima del progresivo mundial como Steven Wilson y Mikael Åkerfeldt llegaba con la vitola de promesa del año. Y, como decíamos antes con Rush, tanta expectación a veces es mala: Sin embargo, el talento y el genio de estos dos líderes de grupo -sus bandas son Porcupine Tree y Opeth- se nota desde la primera nota hasta la útima del disco, pero no trajeron ni el metal ni el progresivo que muchos creyeron esperar. Es pura experimentación, con una calidad de producción que ni merece la pena elogiar: es eviente. Wilson se encuentra ahora entre los mejores productores del mundo, e imaginar que pueda hacer algo malo es absurdo.


20.- OSI - 'Fire Make Thunder'

Otro viaje a otro mundo. Si en los 1970 eran Tangerine Dream los amos de los viajes espacio-temporales, sin duda que hoy en día lo son OSI. Kevin Moore y Jim Matheos han tejido una perfecta máquina de teletransportación musical que nos lleva a parajes, paisajes y escenarios vitales de otro planeta. Lo hacen, de nuevo, con una suma de talento, música electrónica con glamour, mesura y lógica, una sensibilidad ambient y unas guitarras distorsionadas que tan pronto nos seducen como la futurista 'Blade Runner' que nos pueden, también, rasgar el corazón. Su cuarta producción no decepcionará a nadie.

 

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