Mourinho, cazado en una mentira

Inasequible al desaliento. O genio y figura. O año nuevo, vida vieja. O una detrás de otra. O... lo que ustedes quieran. Que no pierde ocasión para seguir ganándose la antipatía y animadversión cada vez más generalizada. Mourinho, claro. ¿La penúltima?: su guerra contra todo un símbolo madridista, amén del mejor portero del mundo, Casillas, al que condena a la reserva en un claro desafío al club. ¿La última?: su excusa para no ir al acto de entrega del Balón de Oro, en el que era uno de los candidatos, pero que sabía que iría a parar a Del Bosque.

"No voy. Tengo que trabajar, hay partido de Copa el miércoles", se justificó al ser preguntado en rueda de prensa el pasado viernes, en referencia al encuentro frente al Celta. No sonaba a verdad, porque el 'special one' -o sea, el único, como se autocalifica- sí fue en 2011, cuando lo ganó, pese a que tenía también partido, frente al Atlético, dos días después. Pero la mentira quedó al descubierto, según publica este martes el diario As -fotografía incluida-, que cazó a Mou, a la hora de la ceremonia de entrega en Zúrich viendo el entrenamiento de su hijo José, que es portero en un equipo infantil del barrio de Canillas.

Lo que, al margen del gesto y la mentira en sí, es otra afrenta y desafío al club, ya que desde su presidente Florentino Pérez hasta Ronaldo y todos los futbolistas elegidos en el 'Once del año', Ramos, Marcelo, Casillas, Xabi Alonso, viajaron en un vuelo especial que salió de Madrid tras el entrenamiento y regresó por la noche tras la gala. Lo dicho/escrito: inasequible al desaliento.