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Pactos, consensos y tonterías

Pactos, consensos y tonterías

martes 15 de enero de 2013, 18:57h
En contra de lo que muchos piensan, en contra de aquellos que imponen el sectarismo de los partidos por encima de la validez de las ideas, me parece que, aquí en Andalucía, se acaba de dar un primer e importante paso para salvar los muebles de este sistema que de no poner remedio, se puede ir al garete el día menos pensado. La reunión entre el presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, y el líder de la oposición y presidente del PP-A. Juan Ignacio Zoido, para debatir tanto los ocho puntos propuestos por el primero y los diez que presenta el segundo para sacar a Andalucía del abismo en que se encuentra, supone un verdadero salto cualitativo para conseguir eso que los ciudadanos llevamos pidiendo desde hace tiempo a nuestros políticos: que aparquen diferencias ideológicas y trabajen juntos para obtener algún resultado positivo en beneficio de la sociedad que les eligió. Si he de serles sincero, la propuesta del llamado "Pacto por Andalucía" que presentó Pepe Griñán hace ahora un mes, me pareció en principio un rentoi, un farol más de los que lanza de vez en cuando el presidente de la Junta para marear la perdiz y entretener al personal para evitar que los ciudadanos hablen de los que de verdad les interesa que no es otra cosa que del paro o de la corrupción, temas bastante habituales en el panorama político andaluz y que hacen las delicias de las tertulias de por encima de Despeñaperros.

Pero donde dije digo, digo Diego, y no precisamente Valderas. Parece que en esta ocasión y sin que sirva de precedente, la cosa puede ir en serio. Lo que yo llamé hace tan sólo unos días el "parto" por Andalucía, al creer que se trataba de otro de los "MacGuffins" de Griñán, tiene visos de convertirse en un acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas de la comunidad si no lo estropean las torpezas y el sectarismo de unas ejecutivas partidistas más pendientes de sacar rentabilidades electorales que de buscar soluciones a los graves problemas por los que atraviesa Andalucía. Ha sido bastante sintomático comprobar cómo el principal opositor a este supuesto "Pacto por Andalucía" no ha sido el tan denostado Gobierno de Rajoy que, según algunos, "se dedica a putear a Andalucía", sino que ha sido IULV-CA, el socio de Gobierno de Griñán. Lagarto, lagarto. Parece como si Valderas y los suyos tuviesen miedo a que PSOE y PP logren acercar posturas y les dejen a ellos fueran del Ejecutivo y sin los ansiados sillones en San Telmo por los que tanto han luchado. La amistosa y cordial entrevista entre Griñán y Zoido, celebrada el lunes, ha caído como un jarro de agua fría en la Ejecutiva de IULV-CA que, sin duda, va a presionar para que socialistas y populares rompan cuanto antes el clima de entendimiento que abrieron sus líderes. Si analizamos objetivamente el caso sólo se puede sacar una conclusión, que pese a su demagógico discurso, lo que menos le importa a Valderas y sus camaradas es el bienestar de los andaluces. Lo único que de verdad les interesa es su propio bienestar y seguir chupando del bote de la Junta el mayor tiempo posible.

No sé cuanto durarán estas "buenas relaciones" ni si al final se llegará a un acuerdo de mínimos para tratar de sacar adelante a Andalucía, pero se han puesto las bases en un decálogo en el que tanto el PSOE como el PP parecen, aunque con matices, estar de acuerdo. Lo único que me preocupa ahora es que toda esta parafernalia se quede en la simple foto como quedaron los diferentes Acuerdos de Concertación Social promovidos por Griñán con sindicatos y empresarios o, peor aún, que el desarrollo de estos diez puntos se disipe en comisiones y equipos de trabajo que alarguen lo indecible la puesta en marcha de unas medidas que Andalucía necesita urgentemente. Y es que el "Pacto por Andalucía" puede ser todo un ejemplo a seguir para el resto de las comunidades españolas gobernadas en su gran mayoría por el PP (incluídas, claro está, Cataluña y País Vasco) y, por ende, para Ferraz y Génova, donde sus dirigentes siguen más preocupados por la deriva hacia el abismo de las dos principales fuerzas políticas y por la búsqueda de un líder carismático, que por sacar a España del foso profundo en que se encuentra.

Pese a todo sigo sin apostar un duro sobre la perdurabilidad del "Pacto por Andalucía". Uno está ya de vuelta y se conoce con pelos y señales las estrategias de los partidos. Ojalá y me equivoque, pero me da a mí que en el plazo de un mes se han roto las conversaciones por el Pacto por cualquier chorrada que se les ocurra. Y ambos partidos se culparán mutuamente de la responsabilidad de dicha ruptura. Y, como siempre, a los ciudadanos se nos volverá a quedar cara de tontos mientras sigue aumentando el paro y la corrupción y el gasto público campa a sus anchas a lo largo y ancho de esta querida tierra. Solo espero no tener que recordárselo a alguien.  
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