Días de reconciliaciones. Aplausos en las Ramblas.

Hoy en las calles de Cataluña se aplaude más que nunca las decisiones que se toman en la "archi enemiga" Madrid.  Jamás una decisión tomada desde la capital ha sido tan bien recibida por los ciudadanos catalanes, y sin nacionalismos de por medio. Tres en uno, y todos en la línea de flotación del gobierno catalán, el dinero y sus ciudadanos. Como saben, en las últimas horas, el Ejecutivo central ha bloqueado el euro por receta, las tasas judiciales y el impuesto sobre depósitos bancarios que se aplicaban en tierras catalanas. Ello supone que quedan en el aire los 1.000 millones de euros que la Generalitat preveía ingresar. ¿Y ahora de dónde saldrá ese dinero? "Ellos no te dan alternativa; van a saco", se ha quejado el president Artur Mas desde una emisora catalana. 

Ahora bien, ha quedado claro que el nacionalismo de ideología siempre sucumbe ante el de bolsillo. El mismo pueblo al que Mas alude para justificar su travesía, ovaciona hasta la extenuación la paralización de estos impuestos que ya le habían costado más de 45 millones de euros (sólo la recaudación del euro por receta). Casi aplausos se oían ayer por las Ramblas.  

Muchos ciudadanos acudirán desde la pasada madrugada del miércoles a las farmacias para comprar sus medicamentos después de que el Tribunal Constitucional suspendiera cautelarmente la medida. "Habrá que hacer acopio", decían algunos por si vuelve el impuesto. El Ejecutivo catalán ha anunciado que presentará un recurso y esto, amigos gobernantes de Cataluña, no es muy popular para vuestros intereses. Aunque desde Europa se pide flexibilidad para Cataluña, no se piensen ustedes que han cambiado de opinión y se trata de un gesto desinteresado. Lo que quisiera Europa, no nos engañemos, es que sean el resto de comunidades las que apliquen la mismas tasas que se ha bloqueado en la tierra de Sant Jordi. 

Con todo ya es sábado el destino de Guardiola, y no podía ser de otro que es la meca alemana. El gran entrenador que goza de un respeto en Cataluña incluso superior al del honorable president Pujol, entre sus múltiples ofertas ha desestimado los millones del fútbol inglés y la competitividad italiana y se ha decidido por robusto  y seguro fútbol alemán. Algunos dicen que es un enviado de Cataluña para ir estrechando lazos con los que mandan. Y si un catalán encabeza la reconquista alemana desde dentro será una forma de agilizar trámites. Quizá no sea del todo incierto este argumento, pues el de Santpedor siempre se ha caracterizado por su un hombre interesado por los tiempos en los que vive. El tiempo dará la razón. Y por cierto, una ecuación que se comenta en los mentideros de Barcelona: ¿En qué año estamos? 2013. ¿Cuántos años ha firmado Guardiola? Tres años. ¿En qué año hay elecciones presidenciales en Cataluña? En el 2016. ¿Casualidad?

Con lo bien que había empezado el año con el AVE para conectar con Francia...