Iniquidad de los corruptos

Con una nueva remesa de correos electrónicos, el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, sostuvo ante el juez José Castro que la Casa del Rey supervisó la actividad del Instituto Nóos, que tuteló sus negocios y que tanto la infanta Cristina como el asesor de esta, Carlos García Revenga, tuvieron un papel de control en la institución desde sus puestos en la junta directiva. Incluso, Torres apuntó directamente al Rey, al que internamente se referían como "el jefe", según dijo. Y para subrayar la legalidad de las operaciones, insistió en que Nóos contó con el consentimiento y amparo de la Casa del Rey. Así, recalcó que su instituto nació con el impulso y participación de la infanta Cristina en su junta y destacó el papel de tutores de García Revenga, ya imputado  y del asesor del Rey, José Manuel Romero, el conde de Fontao, que será citado por el fiscal.

Bueno pues además de corrupción, ya tenemos iniquidad cuyos sinónimos son: ignominia, injusticia, perversidad, vileza, infamia, maldad y su antónimo: Bondad. Diego Torres además de ladrón, es inicuo, pues para salvar la piel recurre a acusar a la esposa, del que fue, en el fondo su benefactor, pues bien que se llevo crudos millones de euros, como socio privilegiado que era y el que al parecer asesoró, es decir indujo a delinqui,r basado en la codicia e ingenuidad a Undargarín, tan ingenuo que ni siquiera se preocupó, por tapar sus manipulaciones, supongo que confiado en la impunidad que le daba su alto rango. ¿Como no va a saber su esposa, Cristina que su marido se aprovechaba de ser duque? Todas las mujeres, de aquellos que son corruptos, saben que sus maridos, andan metidos en líos, pero al igual que el confesor o que el abogado, suelen mirar hacia otro lado, pues entre ellos existe un vinculo que las exonera normalmente, de lo que de otro modo sería complicidad, y ahí está la iniquidad del corrupto, acusar a la pareja por su cargo de Infanta de España, cuando lo justo y   lo caballeroso hubiera sido, exactamente lo contrario. Peor sería que Undargarin hiciera algo similar, poniendo a su esposa por escudo ante la ley.  No digo eso por defender a la casa real pues soy republicano, pero si como ciudadano, que no desea que los conyugues, se usen como tapadera, para lo que es de la exclusiva responsabilidad de los delincuentes, salvo que realicen, conductas proactivas de complicidad.

Carlos Cuesta, hace unos días en Mercados, en su columna la Escopeta Nacional, la titulaba" Más Estado, más corrupción" Me encantó el titulo, pues acostumbro a decir como liberal, que "Con menos Estado viviríamos mejor" y continuaba: La Corrupción es una lacra. La corrupción es intolerable. La corrupción debe ser combatida con contundencia, lo que no quiere decir que se cumpla, ya que los partidos no han dudado en meterla en cada pequeño espacio de la economía española. "La ocasión hace al ladrón"  y ahí tenemos a las Cajas, las concesiones de obras públicas, de las basuras, ITV etc.  e incluso como la Gurtel o Undargarín , los servicios prestados a los distintos estamentos del Estado. Pero los políticos, están precisamente para esto como dice Violeta Yanguela; para evitar las colisiones, es decir de contundencia nada de nada. Por ejemplo: "Decía José Bono, el entonces ministro de Defensa del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, "a ETA habría que enseñarle, seria y democráticamente, los dientes"!A unos asesinos!. Mientras tanto en el año 2004, Rodríguez Zapatero lanzaba la propuesta entre el mundo musulmán y Occidente llamada Alianza de Civilizaciones, a una cultura que no respeta a las mujeres. Decía Alvin Toffler en su libro Las guerras del futuro que el "término civilización es suficientemente amplio para abarcar materias tan variadas como la tecnología, la vida familiar, la religión, la cultura, la política, las actividades empresariales, la hegemonía, los valores, la moral sexual y la epistemología".  Las colisiones resultantes de dos civilizaciones radicalmente diferentes podrían suscitar en los próximos años un derramamiento de sangre de la peor especie". Al parecer el debate político de la actualidad "de esas colisiones" se divide entre los que se apuntan a la negociación, las sanciones y la diplomacia y los que prefieren afilar los dientes.  Le llaman el "poder blando".  Es decir resolver los conflictos por la vía diplomática y de negociación. ¿Qué hay que hacer pues con la Corrupción y con la iniquidad, que la sigue, tratarla con guante blanco o blando?

Según Xavier Sala y Martin ¿cuáles son las causas de la corrupción? ¿Por qué hay países más corruptos que otros? "Y porque nosotros estamos entre los peores de Europa y del Mundo". Siguiendo al profesor Gary Becker de Chicago, los economistas clásicos analizan a los chorizos públicos como a seres racionales que sopesan los costes y los beneficios de ser corrupto. En países donde la probabilidad de ser cazado y el tamaño del castigo son pequeños, la corrupción tiende a ser elevada. Otro grupo de teorías, relacionan la corrupción con aspectos psicológico-culturales: los políticos provenientes de sociedades corruptas, tienden a ser corruptos, independientemente de los costes y beneficios individuales de serlo. Entre los economistas que defienden esta posición está mi colega de la Columbia University, Ray Fisman. Dice Xavier: Fisman analiza la propensión de los diplomáticos extranjeros acreditados ante las Naciones Unidas a saltarse las normas. Todos los ciudadanos de New York sufrimos la "plaga de los diplomáticos": aparcan donde les da la gana, colapsan el tráfico cuando les sale de las narices, paran donde y cuando les apetece y nos perjudican a todos con sus arrogantes ilegalidades. El problema es que, al ser diplomáticos, tienen inmunidad y la policía de New York no les pueda poner o cobrar multas! La pregunta es: dado que los costes son los mismos para todos, ¿tienen los diplomáticos de distintos países la misma propensión a acumular multas? La respuesta de Fisman es concluyente: ¡No! Los diplomáticos que provienen de países catalogados como "de alta corrupción" en los ránquings de Transparencia Internacional, ¡tienden a cometer más infracciones! Es decir, los suecos, los daneses y los holandeses no tienen apenas multas mientras que los chinos, los nigerianos y los rusos acumulan toneladas de sanciones impagadas.

En un segundo estudio, Fisman analiza un episodio curioso del Parlamento europeo. En 2004, el parlamentario austríaco Hans Peter Martin, provocó un escándalo mediático cuando filmó a compañeros  que aparcaban el coche a las escaleras del parlamento, entraban, fichaban e, inmediatamente después, volvían a salir y se iban. ¿La razón? ¡Las dietas! Se ve que si un parlamentario "ficha", cobra unos 300 euros adicionales, de nuevo, había una correlación estrecha, entre el número de parlamentarios tramposos y el índice de corrupción. Dicho de otro modo: entre los transgresores había muchos griegos, italianos y portugueses y pocos suecos y daneses. ¿Habría españoles también?

Si eso es así, cambiar las leyes o las penas sin cambiar la "cultura" va a tener efectos menores sobre la corrupción total en España, y la iniquidad que la sigue. La pregunta es: ¿y cómo se cambia la "cultura"? A pesar de que creo que una cultura como la española, donde se ensalza la picaresca y se glorifica a los listillos aprovechados, es una cultura que fomenta la corrupción, la verdad es que tengo mis dudas, de que el escarnio y la vergüenza desincentiven a ningún político español. De hecho, inundar de mimos al sector público, podría incluso ser contraproducente. Al fin y al cabo, si de una cosa estamos seguros, es que en la política española, además de corruptos, lo que sobran son payasos. Totalmente de acuerdo Xavier, pero España no es ni debe ser un circo. ¡Vergüenza caballeros Vergüenza ¡. Diego Torres es, además de sinvergüenza, simple basura.