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Historias ejemplares

Amador García y Pröva-lo hacen las delicias de los más golosos con sus golosinas suecas

Amador García y Pröva-lo hacen las delicias de los más golosos con sus golosinas suecas
jueves 21 de febrero de 2013, 12:07h
Amador García Montes se encontró en el paro cerca de cumplir los 40 años pero no le entró el pánico. Antes que coger la maleta y tener que emigrar a un destino exótico como Madagascar o Emiratos Árabes, decidió embarcarse en una aventura digna de 'Charlie y la fábrica de chocolate'. Un enamorado de chuches y golosinas, Amador miró hacia Suecia y decidió que allí había un hueco en el mercado. Ahora su tienda Pröva-lo ofrece verdaderas delicatesen traídas desde el norte de Europa.
Amador había pasado por toda clase de trabajos, de reponedor a pescadero, pero la mayor parte de su vida fue soldador homologado. Durante 17 años trabajó en ese puesto, hasta que le echaron tras sufrir una operación de hernia discal. Pero Amador vio en este problema una oportunidad. Así tras barajar varias opciones se decantó por una de sus pasiones, las golosinas.

En su actual proyecto vio en las golosinas suecas un producto de mucha mayor calidad al que se vendía en España. Además venía avalado por unos datos que hablaban por sí solos, Suecia es el país con más consumo de golosinas por habitante y año, nada más y nada menos que 16 kilogramos. Pero es que, a la vez, según nos cuenta Amador, los suecos ofrecen una mayor variedad, cuidan más la elaboración y buscan un producto mucho más sano. Así las golosinas de Pröva-lo son aptas para personas intolerantes a la lactosa o celíacos, gracias a un producto sin colorantes artificiales, libres de grasas trans y que no ha sido manipulado genéticamente.

Sus expectativas son buenas, como bien nos dice Amador "si el producto es bueno, la gente repite". Además vive con ilusión una posible mejoría en la economía que se vería inmediatamente trasladada a su negocio. Eso sí el camino no ha sido precisamente de rosas. Nuestro protagonista se queja de unas ayudas que son pocas y pequeñas. Por otro lado tampoco le ha ayudado su edad, ya que "prima antes la ayuda a uno de 30 que a uno de 40", independientemente de cómo sea el producto. Pero viendo cómo ha sabido salir adelante, a pesar de estas dificultades, Amador dice a otros posibles emprendedores que se lo piensen bien antes de dar el paso, pero que, si se deciden, tiren con fuerza hasta conseguir su objetivo.

Lo dice alguien que lo ha conseguido, alguien que disfruta como un niño con sus "chuches", principalmente con las almendras recubiertas de chocolate canela, su vicio particular. Aunque reconoce que a su mujer y a sus hijos lo que les priva son los 'vit kubik', unos cubos de vainilla que les vuelven locos. También recomienda la enorme variedad de regaliz negro, normal, dule, salado... Se le nota orgulloso de sus productos. Tanto que nos recomienda probarlos y sacar nuestras propias conclusiones.
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