La Junta invertirá 10 millones en los centros de protección a menores

 Así lo ha adelantado este lunes la secretaria de Asuntos Sociales y Voluntariado, Paloma Leis, durante una visita a un centro de estas características de la capital regional, en la que ha estado acompañada por la directora general de Familia, Menores y Promoción Social, Silvia Valmaña.

   Ese dinero, que se conveniará en principio con las asociaciones más grandes --del total de quince que trabajan con el Ejecutivo en esta materia-- permitirá el mantenimiento de 340 plazas en toda la región para atender a menores "en situación de vulnerabilidad muy grande".  

   La cantidad destinada a este fin, similar a la del ejercicio anterior, cubre las necesidades que llegan y las que existen actualmente ya que en este ámbito "no hay lista de espera ni problemas de entrada", ha destacado la secretaria general.

La Junta tutela a más de 1.000 menores

   Actualmente, la Junta tiene en situación de guarda, custodia o tutela a más de mil menores, según ha comentado Valmaña, aunque más del 54 por ciento están en acogimiento familiar "que es lo más deseable para que su vida pueda ser normalizada". Sin embargo, Leis ha detallado que esa situación "no siempre es posible" ya que hay agrupaciones de hermanos o chicos que tienen necesidades especiales y es más difícil buscarles una familia.

   En el caso de los centros residenciales como el visitado este lunes --una vivienda en la que viven menores de entre 6 y doce años-- el Ejecutivo intenta "que se parezca lo máximo posible a una familia" para que los menores, víctimas de situaciones "de riesgo" como abusos o maltratos en algunos casos, "puedan llevar una vida de lo más normal".

   De ahí que se busque que los centros "reproduzcan las condiciones de vida de un hogar" no solo físicamente sino incluso en sus "reglas", que giran como en cualquier hogar en torno a la disciplina, los hábitos de estudio, el fomento de la responsabilidad y la convivencia.

   Del cumplimiento de esas normas, de los resultados obtenidos en los colegios, de cómo los menores responden a los programas en los que están inmersos y de "cómo demuestren su responsabilidad" dependerá cómo se organiza el tiempo de ocio de los chicos, que también reciben su paga semanal "como cualquier otro niño".

   "Se van dando las libertades igual que con un hijo. No hay diferencias, se intenta reproducir la manera de vivir de un hogar con una familia", ha explicado Paloma Leis, que ha confirmado que "con niños responsables hay más libertades que con los irresponsables".

Aseguran que los resultados "son muy buenos"

   Respecto al tiempo que suelen pasar los menores en estos centros residenciales, han reconocido que eso depende "de la causa que haya originado su llegada" y aunque "lo deseable" sería su reinserción en su familia de origen eso "a veces se puede hacer y a veces no".  

   La directora general de Familia, Menores y Promoción Social ha detallado finalmente que aunque desde los servicios periféricos de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales se hace un seguimiento de cada caso y los resultados "en términos generales son muy buenos" a los chicos "desgraciadamente" no se les puede proteger "de todo ni a todos".

   La casa de menores visitada este lunes, gestionada por la asociación Colabora, tiene capacidad para nueve plazas aunque en la actualidad viven en ella seis niños atendidos por siete educadores. Aunque la ratio suele ser de un educador para cada cuatro niños el sistema "no es rígido" y se va adecuando a los perfiles de los menores.