Dijsselbloem, bocazas del año: habló y tiró las Bolsas de Europa

Increíble que alguien como todo un presidente del Eurogrupo pueda cometer tal imprudencia verbal. Parece que está siendo cada vez más habitual ver a nuestros dirigentes políticos comportarse de manera irresponsable o tozuda, casi esperpéntica. Esta vez, como ya saben, nos referimos a Jeroen Dijsselbloem y sus palabras sobre el rescate de Chipre.

Resulta que este lunes, cuando ya se había anunciado un acuerdo para el fondo de ayuda para la isla mediterránea y las bolsas comenzaban a remontar, con tranquilidad en los mercados europeos, a Dijsselbloem no se le ocurrió otra cosa que decir ante los medios que lo acordado para Chipre podría en el futuro representar un nuevo modelo para resolver los problemas bancarios de la zona euro.

Es decir, vino a asegurar que a Europa no le temblaría la mano a la hora de recortar en los ahorros de ciudadanos en países rescatados, como ha pasado en Chipre para depósitos superiores a 100.000 euros. Pronto el terremoto se provocó en toda la Europa financiera, con fuertes caídas en los parqués. Así que tocó enmendarse, claro: horas más tarde, Dijsselbloem matizó estas declaraciones y en un breve comunicado subrayaba que el caso de Chipre es "específico", con "retos excepcionales" que requerían medidas como las aprobadas.

Esperemos a ver si consigue de nuevo calmar a los mercados... En concreto, él solito consiguió con su metedura de pata que el Ibex 35, que a lo largo de la sesión llegó a subir cerca de un 1,5%, cerrara con un descenso del 2,27%. Milán cedió el 2,50%; París, el 1,2%, Fráncfort, el 0,51%, y Londres, el 0,22%. Un genio de la oratoria, este holandés Dijsselbloem...


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