Otra de la juez Cillán: afrontará un juicio oral por prevaricación

Inasequible al desaliento, como se decía/escribía en el franquismo. La juez Coro Cillán, famosa mediáticamente por sus intentos -fallidos y archivados por la Audiencia Nacional- de resucitar la teoría de la conspiración etarra en los atentados del 11-M, tiene un nuevo problema que le afecta más allá del corporativismo profesional. Y van... Porque, como informa El País, tras haber sido sancionada disciplinariamente muchas veces en los últimos 13 años por retrasos reiterativos graves en su juzgado, afronta ahora una causa más grave.

Porque ya no es sólo la posible sanción del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), es que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le ha abierto juicio oral, acusada de prevaricación por haber favorecido, supuestamente, los intereses de un amigo suyo en una actuación de su juzgado en diciembre de 2011. Será otra muesca en su revólver de sanciones, que comenzó hace casi tres lustros, en 1999, cuando, como magistrada de la Audiencia de Guipúzcoa se le impuso una multa de 600 euros por reiterados y graves retrasos.