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Deja que los libros se acerquen a ti

Los tupperbooks son lo último en fomento de la lectura

Los tupperbooks son lo último en fomento de la lectura

lunes 08 de abril de 2013, 08:13h
Llega con una maleta pesada. Le cuesta trabajo arrastrarla, aunque tiene ruedas. La sube con esfuerzo a una silla, la abre y empieza a sacar su pequeño tesoro. Lingotes de palabras envueltas en tinta y celulosa, que contienen historias con las que pretende enamorar a quienes hoy van a sentarse frente a ella.

Cristina tiene "Un cuarto propio" (uncuartopropio.com) desde hace tiempo. Se enamoró de Virginia Woolf y terminó por convertir su profesión de librera en la vocación de recetadora de libros. Para el mal de amores, "La lectora de Jade". Para el fanatismo religioso, "Lamentaciones de un prepucio". Para los niños que no quieren dormir con la luz apagada, "El monstruo que se comió la oscuridad". Y así hasta completar un catálogo cambiante, que lo mismo se adapta a una reunión de embarazadas que a unos treintañeros ávidos de páginas picantes o a una cumpleañera que ve la vida en libro.

La crisis le obligó a cerrar su librería en Ciudad Real, pero aquello fue solo el comienzo de una nueva manera de ganar lectores. O clientes. Como prefieran. Porque decidió cambiar la obligación del alquiler por la aventura de la itinerancia, la esclavitud del horario comercial por la libre disposición de un horario 24 horas hecho a medida del reloj online, un bicho de agujas que nunca duermen. Y así nació el tupperbook, reuniones en casas, bibliotecas y hasta cafeterías de hospital en las que en lugar de cacharros de plástico (para guardar comida o para alimentar orgasmos) se venden libros. Aunque ese, el de vender, es el último paso. Porque para Cristina Serrano lo importante es "que los lectores descubran nuevos títulos, que se enganchen a leer aquellas cosas que verdaderamente les interesan, o que sepan qué libros regalar a amigos y familiares... y no fallar en el intento".

Cuando una librería cierra, hay libreros que abren una ventana en forma de estantería ambulante. Solo falta dejar que los libros acerquen a ti.


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