"Tenemos el producto, la variedad, la historia y la gente preparada para vender
en un momento en el que la tendencia del consumo de vino es creciente en el mundo:
sólo podemos ser positivos", asegura en una entrevista en la que también afirma
que, observando la trayectoria de la Feria Nacional del Vino, desde su arranque, en
2001, hasta hoy, "la de
FENAVIN es una historia de éxito y su papel ha sido muy
importante para la mejora de las exportaciones del país en los últimos años", asegura Rafael del Rey.
Del Rey moderará una mesa redonda el día 8 de mayo en la que participarán Félix Solís, presidente saliente del
OEMV y de la
Federación Española del Vino; Víctor Pascual, presidente del
CRDO Rioja y directivo de Pernod Ricard; Carlos Falcó, presidente de Grandes
Pagos de España y de Pagos de Familia Marqués de Griñón, Ángel Villafranca,
presidente de Cooperativas Agroalimentarias de CLM y Enrique Valero, director
general de la
bodega Abadía Retuerta.
Pregunta.- A las puertas de la séptima edición de FENAVIN, ¿cómo
valora la influencia de la
Feria Nacional del Vino en la evolución del sector vinícola
nacional durante ese periodo que va desde 2001 hasta hoy?
Respuesta.- Tanto para el país como para Castilla-La
Mancha, región en la que se celebra la Feria, ésta es la historia de un éxito.
La feria arrancó en un momento en el que las ferias "en el lugar de origen del
producto" estaban terminadas y se estaban comenzando a sustituir por ferias "en
el lugar de destino" y logró consolidarse gracias a su clara capacidad para
atraer importadores.
Las ferias son para hacer negocio y FENAVIN lo ha
entendido desde el primer momento. En este sentido, creo que la Feria ha sido
muy importante para la mejora de las exportaciones del país en los últimos
años, y conozco la opinión de muchas bodegas que han comenzado contactos en la
feria que han consolidado con el paso del tiempo. Ha sido un éxito porque ha
sido capaz de generar negocio.
P.- El Observatorio tiene un contacto permanente con el
sector vitivinícola y conoce sus necesidades de primera mano, ¿cómo está
viviendo el sector este largo periodo de crisis? ¿Cuáles son los principales retos del sector del vino en esta coyuntura
económica desfavorable?
R.- Lo cierto es que nos estamos acostumbrando a vivir en esta situación y
esa capacidad de adaptarse a la coyuntura es propia de los empresarios. En este
sentido, el vino lo ha hecho particularmente bien. Esta crisis ya es larga, y
pudo arrancar para el sector a finales de 2006. Fundamentalmente, ha afectado
la caída del consumo a nivel nacional y el modo en que éste ha influido en la hostelería. A ésa se
le ha sumado, sí, la financiera, pero sólo ha afectado a aquellas bodegas o
empresas más vulnerables por sus inversiones.
Frente a esta doble crisis, el sector ha reaccionado de dos maneras. Por
un lado, se ha desarrollado al máximo la capacidad de internacionalización y
éste es un fenómeno reciente. Hace sólo siete años España consumía más que
exportaba y, desde hace dos, exportamos más del doble de lo que consumimos. Por
tanto, se detectó un problema interno y se buscaron y se buscan soluciones por
parte de todos: empresas pequeñas, grandes, cooperativas, instituciones, etc.
Por otro lado, ha habido una recuperación del consumo o, al menos, de una
parte, gracias a la alimentación, porque se comienza a vender vino para casa en
los supermercados y, además, se está produciendo un fenómeno que tenemos que
estudiar más, que es la venta de vino desde las propias bodegas, a través de
internet, o con el enoturismo.
Todos estos cambios se deben a la capacidad de las empresas de mejorar,
pero también a la amplia variedad de productos que ofrece el vino: caros,
baratos; espumosos, generosos, vino dulce... Las bodegas han diversificado
bastante su oferta y el vino tiene una versatilidad extraordinaria: eso permite
reaccionar bien a los distintos tipos de necesidades. Por esta razón, los retos
del sector están en la recuperación del mercado nacional y la mejora de
nuestras exportaciones en valor, en euros por litro. En cuanto al mercado
nacional, éste sigue complicado. Desde el sector se trabaja con campañas como "Quien
sabe beber, sabe vivir", la invitación a la moderación...pero la recuperación del
consumo pasa por la incorporación de sectores como los jóvenes y mujeres. El
consumo de disfrute es perfectamente compatible con la vida sana y la
recuperación de ese consumo debe caminar por la vía de la innovación: ése es el
camino para localizar a nuevos consumidores, atendiendo a los sabores, nuevos
envases, presentaciones, innovación en las maneras de distribución, hasta cómo
se presentan en los lineales. En la propia distribución y hostelería se está
innovando con cadenas de tabernas y vinotecas.
Y, respecto al exterior, el reto está en la generación de valor,
intentando cambiar granel por envasado, que, es cierto, es uno de los pesos más
importantes de nuestra exportación, pero se lo vendemos a otros países productores
como Francia, Italia, Portugal o Alemania y en eso es en lo que podemos
mejorar, en la búsqueda nosotros mismos de los clientes finales, es decir, de
los consumidores de China o los nórdicos. Podemos hacerlo, aunque eso requiere
una fuerte inversión en internacionalización y en redes comerciales, en
definitiva, en poner a más gente trabajando en el equipo de comercialización
exterior. Precisamente es grato comprobar cómo en este sector del vino, estos
equipos están creciendo y se buscan buenos comerciales porque se sabe que
trabajando en ese sentido es posible el éxito.
P.- En este sentido,
Roberto Joseph decía en una entrevista que países como España o Italia tienen
un problema porque los más jóvenes no se acercan al vino ya que lo vinculan a
un mundo muy conservador.
R.- Yo no hablaría de pelear contra el conservadurismo para buscar nuevos
consumidores entre los jóvenes. Creo que hay muy distintos tipos de
consumidores para diferentes tipos de vino. Los conservadores quieren el vino
de siempre de la misma manera que siempre, pero eso es compatible con vinos
novedosos por distintas razones. Y eso se puede hacer en España, el vino es muy versátil.
P-. Los últimos datos del Observatorio Español
del Mercado del Vino sobre exportación hablan del crecimiento en valor, incluso
en graneles, durante último año, además en un momento en el que, precisamente,
cayó el volumen. ¿Cómo valora esta situación? ¿Es coyuntural? ¿Habla de un
cambio de tendencia?
R.- Ese aumento es
coyuntural, sólo será un cambio de tendencia si lo mantenemos en el tiempo. Se
ha producido por bajas existencias y la baja producción en el segundo semestre
de 2012. En este tiempo se han vendido menos graneles y eso ha hecho que suban
los precios. ¿Cómo mantener el valor sabiendo que las altas producciones pueden
volver? El reto está en sostener y mejorar la nueva posición y eso depende
mucho de las relaciones comerciales que se establezcan, algo que, a su vez está
directamente relacionado con el refuerzo del equipo comercial de cada bodega.
P.- Y teniendo en cuenta todo esto, ¿qué consejos
da a quienes vayan a participar en FENAVIN 2013?
R.- A los expositores,
que para que una feria sea útil hay que trabajarla antes, durante y después.
Hay que tener las agendas ya previstas con antelación, algo que en FENAVIN es
posible con el programa Contacte Con... y después, aprovechar mucho los tres días
de feria.
La clave está en
ofrece productos con seriedad, de calidad estable, que la muestra sea igual al
vino que se envía y que se mantengan en el tiempo. Tenemos que seguir
demostrando que España es un país serio en sus relaciones comerciales. En
cuanto a los compradores, decirles que tienen la oportunidad de ver muchas
novedades, la diversidad de buenos vinos que tenemos a precios interesantes.
P.- Todo el mundo habla de las grandes perspectivas de exportación de los
países BRIC (Brasil, Rusia, India y Canadá), también China. ¿Cree que son tan
importantes para la evolución de las exportaciones españolas o son sólo una
tendencia?
R.- Algunos de ellos se
consolidan como mercados importantes para España. El más difícil es India,
porque el porcentaje de consumidores es pequeño y un mercado de consumidores
difícil de penetrar, pero me consta que hay gente a la que le va muy bien allí.
Brasil es un país
productor y tiene relaciones comerciales con Chile y Argentina que tienen una
posición predominante, pero es un mercado muy interesante y para las empresas
españolas hay buenas perspectivas de crecimiento.
En cuanto a Rusia,
este mercado ha caído una barbaridad en el último año porque es el que peor ha
reaccionado a la subida de nuestros precios. España aprovechó en su momento que
dejasen de importar de Moldavia y Georgia, pero si analizamos los datos, lo que
ha dejado de comprar a España no ha sido compensado aún por la compra en otros
países y si los rusos siguen queriendo vino tendrán que comprar, por lo que hay
que estar ahí.
En cuanto a China, es
donde ya se debe estar, pero no todas las empresas: hay que tener cuidado con
la fiebre china y saber cómo vas y con qué vino.
P.- La
diversidad de marcas e imágenes del vino español es una clara dificultad a la
hora de vender vino en el exterior. ¿De qué modo puede convivir la potenciación
de la imagen local o regional de los vinos con el impulso de la de los vinos
españoles?
R.- Interesa la imagen global y aquí la
coordinación es la clave, pues hay que intentar evitar las duplicidades,
precisamente en un momento como éste, además, en el que hay que optimizar
recursos y estoy seguro de que eso se puede coordinar porque es absolutamente
compatible la imagen local y la nacional.
Por ejemplo, imaginemos a un periodista suizo
al que le lleguen cuatro o cinco invitaciones de distintas comarcas o
denominaciones, o que un consumidor recibe numerosas ofertas, ¡no puede
atenderlas a todas!: es un lío. Tenemos que ser capaces de mirar desde la
perspectiva del objetivo y no podemos agotar con la diversidad. Creo,
en cualquier caso, que este mensaje de coordinación va calando porque hay una
demanda del sector y porque los recursos son limitados.
P.- En
esta Feria moderará la mesa "La internacionalización del vino español.
Necesidad de mejora del valor en toda la gama de vinos". Me pude señalar las
líneas generales?
R.- En esta mesa, que tendrá lugar el día 8 de
mayo, junto a Félix Solís, presidente del OEMV y de la Federación Española
del Vino; Víctor Pascual, presidente del CRDO Rioja y directivo de Pernod
Ricard; Carlos Falcó, presidente de Grandes Pagos de España y de Pagos de
Familia Marqués de Griñón, Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas
Agroalimentarias de CLM y a Enrique Valero, director general de Abadía
Retuerta, hablaremos del trabajo que estamos desarrollando para impulsar un
Plan de Internacionalización del Vino a petición del sector y de las
principales bodegas, una manera de ir definiendo la internacionalización por
países de forma coordinada.
De este modo, junto al ICEX, el Ministerio de
Agricultura, la Secretaría de Estado de Comercio, los consejos reguladores y todos
aquellos que tienen algo que decir en la internacionalización, estamos analizando
qué acciones se están desarrollando en este momento y de qué manera es posible
coordinarse mejor, algo que no es fácil, pero que creemos factible. Tenemos que
intentar trasladar el mensaje de que jugamos en todos los campos con el vino y que
en todos podemos generar valor. La impresión que podemos dar de manera conjunta
debe ser la mejor posible, trasladando una imagen global de vinos de calidad