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España entera condena los atentados del 11-M

lunes 29 de octubre de 2007, 14:20h
Más de 11 millones de personas salieron a la calle en toda España el día 12 de marzo para expresar su repulsa por los atentados que sembraron el dolor en Madrid. La manifestación de Barcelona reunió en la capital catalana a 1,2 millones de personas. También Sevilla, Zaragoza, Santiago de Compostela y otras muchas ciudades españolas registraron manifestaciones multitudinarias. La concentración más numerosa fue la de Madrid, donde 2,3 millones de personas retaron a la lluvia acompañados por la Familia Real, que acudió, por primera vez en su historia, a una manifestación.
Nadie quiso perderse la muestra de repulsa contra el terrorismo. Los vecinos de Madrid portaron velas, manos pintadas de blanco, paraguas con crespones negros y pancartas. Muchos mensajes a los terroristas: "Aquí estamos, nosotros no matamos", "No estamos todos, faltan doscientos", "Asesinos, asesinos" y un largo etcétera.

Tras la catástrofe todo fueron muestras de solidaridad. A Madrid llegaron desde todos los puntos de España ofrecimientos de ayuda material y humana. Los hoteles de la capital ofrecieron alojamiento gratuito a los familiares de las víctimas. Comunidades autónomas como Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia y Murcia enviaron unidades de sangre.

En el funeral en la Catedral de la Almudena, el cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, afirmó que "el nihilismo asesino del que se alimentan los terroristas no es la última palabra sobre la existencia humana". Más de 3.000 madrileños asistieron a este homenaje. Los funerales de Estado se celebraron el 24 de marzo, trece días después de la masacre. También en la Catedral de La Almudena, se congregaron unas 1.500 personas, entre ellas, familiares de las víctimas, la Familia Real, jefes de Estado y de Gobierno de 15 países, el Ejecutivo en funciones, representantes de todos los partidos e instituciones, así como los presidentes de todas las comunidades autónomas y miembros de otras casas reales. Posteriormente, en todas las instituciones se celebraron homenajes, se guardaron minutos de silencio y el día 23 de marzo se reunieron en el polideportivo Daoiz y Velarde todos los regidores españoles, a los que se agradeció su ayuda en estos días.

El Salón de Plenos de la Casa de la Villa fue un único sentir, sin diferencias entre los partidos. El Ayuntamiento dedicó un Pleno extraordinario para recordar y rendir homenaje a todas las víctimas del 11-M. El alcalde agradeció con voz quebrada la respuesta dada por toda la sociedad ante lo ocurrido, ya que aseguró que "Madrid no puede ser hoy otra cosa que una ciudad agradecida". La Comunidad, en la Puerta del Sol, celebró también un homenaje a los más de 7.000 efectivos y voluntarios anónimos que trabajaron el 11 de marzo. Se descubrió una placa y los representantes de 80 colectivos recibieron una escultura. "Gracias a todos", les dijo Madrid a quienes antepusieron la vida de otros a la suya propia.

También todos los actos que se celebraron con motivo del día de la Comunidad de Madrid, el 2 de mayo, estuvieron marcados por el 11-M. Se suspendió la tradicional recepción del Gobierno regional en la Puerta del Sol. Un concierto en El Pozo recordó a las 192 víctimas de los atentados -las 191 que perdieron la vida como consecuencia de las bombas y el Geo muerto en Leganés, a quien la Audiencia Nacional reconocería más tarde como la víctima 192 de los atentados-. "De todos los Días de la Comunidad de Madrid que hemos celebrado, éste es, sin duda, el más triste", dijo la presidenta regional. Igualmente, el día de San Isidro estuvo marcado por la tragedia. Alberto Ruiz-Gallardón entregó la Medalla de Honor de Madrid al ministro de Interior, José Antonio Alonso, en representación de todas aquellos organismos, servicios e instituciones que prestaron su ayuda a las víctimas de los atentados del 11 de marzo.

En la estación de Atocha, por su parte, se instaló un espacio virtual que sustituyó a las miles de velas colocadas en los "improvisados santuarios" donde se rindió homenaje a las víctimas. Con este "espacio de palabras" se querían canalizar los mensajes de solidaridad de todos los ciudadanos en homenaje a las 191 personas que perdieron su vida el 11 de marzo. Este espacio virtual consiste en un atril en el que se dispuso un teclado y una pantalla sobre la que se pone la mano, cuya imagen aparece en una pantalla de plasma de la instalación, mientras que en otra pequeña pantalla aparece el mensaje que se va escribiendo en el teclado.

Meses después, un equipo de jóvenes arquitectos ganó el concurso de ideas convocado por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid para levantar un monumento en Atocha en recuerdo a las víctimas. "Se trata de una cápsula de pasta vítrea", explicaron sus diseñadores, en la que se grabarán algunos de los mensajes de condolencia que los madrileños escribieron tras los atentados, de forma que el sol, en cada momento del día, ilumine uno de ellos. Sobre las fechas de inauguración, calcularon que no estará listo el 11 de marzo de 2005. Los arquitectos desearían que la cápsula tuviera una parte subterránea a la que se pudiera acceder desde la estación de Atocha. "Un espacio de reflexión personal, oscuro, donde cada uno pueda rendir su propio homenaje, o incluso dejar unas flores", algo que hasta que concluyan los estudios, no se podrá determinar con seguridad.
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