El Gobierno presentará en junio la reforma de las Administraciones

Confirmado: el Gobierno presentará el próximo mes de junio el Plan Nacional de Reforma de las Administraciones Públicas, esa obra magna que parecía la 'obra de El Escorial' y que parece que, por fin, la comisión creada ad hoc está concluyendo los trabajos. Al menos, los trabajos preliminares.

Era relativamente sencillo -dentro de un orden, claro- establecer una reforma de la Administración Central del Estado, y también de la Corporaciones Locales, dado que éstas dependen de la administración estatal. Pero el hueso duro de roer era -y sigue siendo- el poder autonómico, dado que las Autonomías tienen fijadas competencias no sólo por sus propios estatutos, sino también desde la propia Constitución.

Uno de los escollos era cómo imponer a las comunidades autónomas, que tienen, como decimos, competencias propias, rebajas en, por ejemplo, empresas u organismos públicos, algunos claramente inservibles, pero en los que el Estado no puede meterse. El Gobierno ha buscado fórmulas y para ello establecerá lo que llama una planificación de las tipologías de empresas y organismos. Dentro de ese apartado, el Gobierno prevé hacer 'recomendaciones' a las Comunidades Autónomas para que ellas mismas cierren organismos inoperantes. En otros casos el cierre se haría necesario a través de leyes ad hoc, y, también, a través de las negociaciones que se sigan en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se potenciará al respecto.

Según medios populares, se trata, en definitiva, de un Plan Nacional muy ambicioso que deberá resolverse a través de multitud de leyes, las cuales deberían ser pactadas con los partidos políticos y con las comunidades autónomas en rondas negociadoras que se sucederán a partir de junio.

La reforma, según esos medios populares, es muy ambiciosa y afectará incluso a la forma de establecer las contrataciones de material por parte del Estado. De momento, ha habido orden de parar las grandes contrataciones de suministros para 2014: que se contrate sólo lo que se necesite a corte plazo, porque la previsión es que para el año que viene exista ya un nuevo modelo de contratación pública.