Seis venezolanos, con no más de 25 años en promedio, son los artífices de una fundación que comenzó como una iniciativa informativa en pro de la democracia de su país, y se transformó en uno de los motores democráticos más destacados de la pasada etapa electoral venezolana. La semilla se gestó en Miami.
Vanessa Durán usa su gentilicio con frecuencia. Habla de su orgullo venezolano, de las arepas venezolanas, de los valores venezolanos y del empuje de los venezolanos. No es una sorpresa que se defina como "muy venezolana".
Le encantan el fútbol, tocar el piano, la salsa, el merengue y comer arepas. Vive en Miami desde 2007, pero reconoce, entre risas, que lo hace "en contra de su voluntad". Su corazón sigue en Caracas, en las reuniones familiares que se organizan los fines de semana en la casa de su abuela.
"Mi papá se dio cuenta de que el país no iba por buenos rumbos y no íbamos a tener oportunidades. Hizo los trámites, nos dieron la visa, luego la residencia y hace poco, la ciudadanía. Venir fue terrible. Tenía toda mi vida en Venezuela. Después entendí que la situación del país estaba muy mal, y lo acepté. Quiero volver a Venezuela, es uno de mis sueños, pero no por ahora", cuenta la joven de 23 años.
Vanessa trabaja en una compañía venezolana de servicios de mercadeo, pero además de su labor en esa organización tiene otra camiseta, literalmente: Una franela morada, con una huella digital gigante, estampada en un mapa de Venezuela, con la leyenda "VotoDondeSea".
Como una identidad secreta, Vanessa deja de lado sus preferencias políticas al vestirse de morado. Junto con Gabriela Torres, Mario Di Giovanni, Gilda Sollami, Carlos Herrera y Aracelis Gil, hace parte del grupo de jóvenes emprendedores que constituyó la fundación VotoDondeSea, sin fines de lucro no afiliaciones políticas, que tiene como objetivo promover la democracia en Venezuela facilitando el voto venezolano en el exterior.
El sueño de la democraciaDespués de una investigación del panorama electoral venezolano en el exterior, los jóvenes notaron la baja participación de sus conciudadanos, e identificaron las tres razones de la abstención. Para contrarrestarlas, redactaron sus tres objetivos principales como fundación: Informar, facilitar y motivar el registro y el voto de los venezolanos en el exterior.
"La mayoría de los fundadores nos conocimos siendo voluntarios en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010 (...) En ese entonces, de 16 mil personas inscritas sólo votaron 4 mil. Nos propusimos cambiar eso", explicó Durán.
Para dichos comicios, sólo 57 mil venezolanos en el exterior estaban registrados para votar, cuando la diáspora asciende a más de un millón. Según la fundación, eso ocurría por desconocimiento, falta de motivación, incumplimiento de requisitos y dificultad en las instituciones. Por ejemplo, el otrora consulado de Miami tenía la jurisdicción de cuatro estados, y abría sus puertas de 9:00 a.m. a 12:00 m., lo que dificultaba el registro.
"Por eso, organizamos el 10 de septiembre (en fin de semana) una jornada de registro extraordinario, en el consulado de Miami", explicó Gabriela Torres, caraqueña de 25 años y otra de las jóvenes emprendedoras de la iniciativa VotoDondeSea, quien además se desempeña como empresaria del diseño de interiores.
Esa jornada los puso en el mapa democrático de Venezuela en el mundo. El 17 diciembre de 2010, en el 170 aniversario de la muerte de Simón Bolívar, se crearon las cuentas en redes sociales y la página de internet VotoDondeSea.com, financiada únicamente con el tiempo y el conocimiento de un puñado de voluntarios.
"Todo lo hicimos con nuestro esfuerzo. No necesitamos mucho dinero, pero recibíamos apoyo con pequeñas donaciones y la gente nos regalaba sobre todo su talento y su tiempo", explicó Mario Di Giovanni, de 24 años, quien llegó a Estados Unidos huyendo de la violencia de su país.
Los esfuerzos de los seis jóvenes y un grupo de voluntarios hicieron eco en distintas partes del mundo. Venezolanos en Argentina, Colombia, Alemania, Canadá, Italia, España y hasta Noruega y Australia, entre otros países, manifestaron su deseo de ejercer su derecho al voto, sin importar en dónde se encontraran.
"Empezaron a contactarnos de Roma, Toronto, París y hasta de Nigeria", agrega Di Giovanni, quien explicó que la difusión se dio por medio de las redes sociales.
"La gente nos pidió que les ayudáramos con una segunda jornada de registro, que hicimos en París, Canadá y Alemania, coordinando todo por Skype. Al final, llegamos a casi 30 países", agregó Durán.
El 14 de abril, 31 buses, varios vuelos chárter y un número indeterminado de vehículos particulares llevaron a los venezolanos desde Miami hasta New Orleans, donde pudieron ejercer su derecho constitucional de votar en las elecciones presidenciales.
La verdadera derrota fue la del abstencionismo. Más de 6300 venezolanos votaron en dichos comicios, informados, empoderados y convencidos de que no importa hasta dónde deban desplazarse, el empuje venezolano, del que tanto se enorgullece Vanessa, los lleva a votar donde sea.
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