Los juguetes rotos

Últimamente nuestra sociedad deja cada vez más patente que es una apisonadora y una trituradora de talentos, profesionales y artistas. Lo es a todos los niveles.

En Eurovisión, tras nuestro enésimo ridículo en el festival de la canción europea, El Sueño de Morfeo es el nuevo grupo o artista que se añadirá a la lista de fracasados y serán motivo de mofa durante décadas. Al menos hasta que sean conocidos.

En el fútbol, el Real Madrid ha sido este año gran ejemplo de ese uso indiscriminado de la imagen para luego invitar a salir por la puerta de atrás a jugadores e incluso a su entrenador, José Mourinho. El club fichó a precio de oro a algunos profesionales que presumían de talento, pero los Modric, Coentrao, Higuaín, Benzema, Pepe... son ahora juguetes rotos por el caprichoso mundo en el que vivimos donde, o triunfas o fracasas, sin puntos intermedios. Por no hablar del triste caso de Iker Casillas. Mourinho se irá por la puerta de atrás, malgastando 3 años de historia de Real Madrid y también muchos millones de euros. Lo mismo hará el Barça con algunos futbolistas como Villa, a quien no han sacado rendimiento en su última parte de su carrera deportiva a un alto nivel, sin darle minutos ni protagonismo. La Roja le echará de menos.

Necesitamos una reflexión muy urgente: no podemos desgastar talento de esta manera. Ni dejar que una científica española como Nuria Martí triunfe en EEUU con un equipo de investigación sobre clonación de células madre porque en España no tiene un euro para hacerlo. Últimamente de lo que más orgullosos nos sentimos, con la economía como está y el paro por las nubes, es del deporte. De los Nadal, Alonso, Lorenzo, Pedrosa, Márquez... más nos valdría recordar que en los malos tiempos solemos pasar el rodillo y arruinar su talento...