"Las fiestas del año pasado se convirtieron en una ridícula pugna entre los representantes autonómicos y municipales, de partidos distintos, para ver quien proponía más himnos, más banderas y más honores. La imagen de la presidenta con su peineta ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en el símbolo de las protestas de todos los sectores sociales que se han visto afectados por su despótico estilo de gobierno", ha señalado Alternativa en un comunicado.
A juicio del colectivo, los representantes políticos siguen sin considerar el fondo del asunto y es que "ninguna confesión tiene carácter estatal" como dice la Constitución, aunque "nuestros políticos, nuestros representantes democráticos de la Corporación municipal y del Gobierno regional volverán a formar parte de un cortejo confesional, luciendo una pompa vergonzosa y, ciertamente, incumpliendo el mandato constitucional".
Alternativa Laica también ha criticado la presencia del Ejército y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, "cuyas funciones nada tienen que ver con el lucimiento en los desfiles procesionales a mayor gloria de la jerarquía católica", y ha recordado que el papel que la Constitución establece para estos cuerpos son la defensa y la seguridad y, en ningún caso, la de "adornar procesiones de la iglesia", como tampoco deben "adornarla" las autoridades académicas como el rector de la Universidad regional, Miguel Angel Collado.
En opinión de este colectivo, la forma en que las instituciones democráticas deben contribuir e, incluso, colaborar con las celebraciones de carácter religioso es "no participando de forma activa en la procesión o el acto de que se trate y, en todo caso, situándose en un ámbito ajeno al desfile" y ha reiterado su propuesta para que las autoridades "sigan la procesión desde una tribuna levantada al efecto".
Alternativa Laica se ha referido también a la ornamentación de las calles, que tendrá un preponderante tono amarillo, como la bandera del Vaticano, considerando que "se pierde un poco el norte cuando las fiestas regionales o locales se utilizan absurdamente para dar homenaje a los estados extranjeros o a sus dirigentes".
Finalmente, y respecto al ámbito lúdico de la fiesta, el colectivo opina que el hecho de que las instituciones, y especialmente el Ayuntamiento de Toledo, organicen los festejos propios de una fiesta ciudadana con notable arraigo local e interés turístico y económico para la ciudad "no tiene por qué significar su implicación y participación activa en las celebraciones religiosas".
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