Rajoy irritó a la prensa en Figueruelas

La visita del presidente del Gobierno a la planta de Opel en Figueruelas, localidad zaragozana, irritó a los trabajadores por "colgarse las medallas" del contrato para fabricar el modelo Mokka, pero también a la prensa. Primero, porque tras el nuevo coletazo del escándalo del 'caso Bárcenas', se había perseguido a Rajoy para que diera explicaciones por aparecer como receptor de cobros en dinero negro. Pero no sólo no contestó a la prensa, sino que los periodistas fueron totalmente controlados para evitar el tema.

Está siendo una constante en los actos públicos del PP estos días: evitar el tema y ponérselo complicado a la prensa o, directamente, ni contestar. El caso es que Rajoy, siempre tan enigmático, coló unas palabras dentro de su discurso triunfalista por esta producción del automóvil Opel: si bien no aludió claramente a Bárcenas y tampoco hubo ocasión de que los periodistas le preguntasen, defendió la conveniencia de "hablar de las cosas que son importantes", como la excelencia del centro de Figueruelas, porque en España, añadió, hay "una cierta tendencia a contar las cosas que no son las mejores".

Más claro, agua: el presidente no quiere hablar de lo que "no es importante" para él...


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