Sáenz de Santamaría pide prudencia al PSOE ante una posible moción de censura

Ya es más que evidente la estrategia planificada por el Partido Popular y por el Gobierno de 'roldanizar' a Luis Bárcenas, como ya contó días atrás este diario: se trata de que 'al preso Bárcenas' no se le dé ningún tipo de credibilidad y mucho menos que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tenga que comparecer por cualquier declaración que haga 'un preso'.

A esa doctrina es a la que se ha aferrado este viernes la vicepresidenta del Gobierno en la rueda de prensa habitual tras el Consejo de Ministros cada vez que se le preguntaba por el 'caso Bárcenas' y las declaraciones que éste está llamado a realizar el próximo lunes ante el juez Pablo Ruz.

"Desde el mes de enero [Rajoy] viene dando explicaciones sobre estos hechos que se vienen repitiendo en los últimos meses", dijo la vicepresidenta, dando así por cerrado el capítulo de por qué el Grupo Parlamentario Popular, utilizando el 'rodillo' de su mayoría absoluta, ha impedido que Rajoy, la vicepresidenta y ocho ministros comparezcan en el Congreso, aunque por cuestiones distintas unos de otros.

Sáenz de Santamaría sostiene, por tanto, que Rajoy no debe explicar nada más sobre la confesión del 'preso' Luis Bárcenas de que el PP se ha estado financiando ilegalmente los últimos 20 años y tampoco sobre la aparición del primer original del ex tesorero en el que aparecen presuntos sobresueldos al presidente del Gobierno en su etapa de ministro, sobresueldos incompatibles por ley con su sueldo oficial, y que se entregaban escondidos en una caja de puros.

En ese orden de cosas, la vicepresidenta ha salido en defensa de Rajoy, quien cuenta con el "apoyo y la confianza de todo su equipo". En concreto, ha dicho que "todos hemos trabajado muchos años con él y sabemos de su honestidad en este punto y en todos y de la rectitud con que siempre se ha comportado", recordando que es el único presidente que ha hecho públicas sus declaraciones de renta.

A la vicepresidenta se le pidió que valorase la posibilidad -en estudio por el Partido Socialista- de que se interponga una moción de censura contra el presidente del Gobierno como fórmula para obligar a Rajoy a que comparezca ante el Parlamento. Desde luego, sería una forma de 'interrogar' al presidente sobre el 'caso Bárcenas', una fórmula que podría acabar con la imagen de Rajoy. Pero, dado que la moción de censura tiene que ser constructiva -es decir, con un candidato alternativo a Rajoy-, el 'efecto retroceso' acabaría también con Rubalcaba.

En todo caso, antes esa amenaza del PSOE y de otros grupos de la oposición de forzar de esa forma la comparecencia de Rajoy en el Congreso, Sáenz de Santamaría ha dicho que a ella no le corresponde valorar las "estrategias políticas" de otros partidos, pero que "cada uno tiene que decidir a qué se dedica y las prioridades en este momento que se vive en España".