Uruguay “puso en peligro” una virtual reunión para destrabar el conflicto

Al haber firmado la autorización para que Botnia pueda comenzar a operar y llamar a una conferencia de prensa para anunciarlo, soslayando el marco del diálogo vigente a instancias de la Corona de España, Uruguay generó un acentuado malestar en la Argentina.

Visto desde la Cancillería argentina como una "provocación", que se enmarca en el contexto de los "actos unilaterales" que viene haciendo el gobierno de Tabaré Vázquez, la situación se tensó.

Tras esto, la presidencia de Uruguay informó este viernes que Vázquez realizará el próximo lunes en Montevideo el "bautismo" de una barcaza que operará para Botnia transportando pasta de celulosa desde Fray Bentos a Nueva Palmira.

La confirmación se dio a poco de que Vázquez regresó a su país procedente de los Estados Unidos y sumó otro elemento en el complejo escenario pastero, en tanto la oposición uruguaya no para de criticar al Ejecutivo de su país por el episodio del jueves.

La Cancillería de España actuó el jueves rápidamente y generó que el presidente Vázquez diese una orden desde Los Angeles para que su gobierno frenase la autorización a Botnia "hasta nuevo aviso".

En la continuidad de los "buenos oficios" que lleva adelante el rey de España, Juan Carlos de Borbón, quedó planteada la idea de esperar al desarrollo de la Cumbre de Chile antes de que Uruguay avance en liberar de trabas a Botnia para que empiece a producir pasta de celulosa en gran escala.

Hasta la tarde del viernes, a diferencia de lo que se sostiene en Montevideo, en la Argentina existen serias dudas de que se pueda llegar a concretar un encuentro formal en Chile entre representantes de ambos países en conflicto.

Consultados por Télam, para los principales actores en este tema que se encuentran en Uruguay no existe la menor duda (y lo dicen abiertamente) de que es una cuestión de días para que la pastera finalmente quede en condiciones de comenzar a funcionar.

Del lado argentino, en tanto, los asambleístas entrerrianos -con los de Gualeguaychú a la cabeza- analizaban a la tarde del viernes nuevas acciones de repudio a la planta.

En la planificación de los asambleístas figura la instalación de un "puesto de vigilancia" en una isla de sedimentos que, sobre el río Uruguay, se encuentra a poco más de 3.000 metros de distancia de la planta de Botnia.

Este puesto funcionará inicialmente del 8 al 10 del corriente, tendrá una radio abierta informando permanentemente y contará con una serie de lanchas que recorrerán la zona a manera de "patrullaje".

Sobre la certeza que no pocos activistas tienen de que "Botnia ya está funcionando", redoblan esfuerzos en su lucha y hasta tienen reservado "una sorpresa aérea", que prefieren mantener en reserva por unos días.

"El Uruguay persiste en su actitud violatoria del Estatuto del Río Uruguay y contraría a la recomendaciones de la Corte Internacional de no agravar la controversia", sostuvo el jueves el canciller Jorge Taiana, como claro reflejo del sentir argentino.