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Dale que dale

Dale que dale

sábado 03 de noviembre de 2007, 12:58h
Son inasequibles al desaliento los dirigentes populares. Ahora se han aferrado, a la no mencionada causa de la guerra de Irak en relación con la sentencia sobre el 11 M, para seguir sin pedir disculpas. Primero a las víctimas y después a todos los españoles, por sus coqueteos con la teoría de la conspiración.

A las víctimas, de quien ellos se proclaman adalides, porque han sembrado la dudas más insidiosas sobre los autores de la matanza, hablando de conspiraciones policiales, poniendo en tela de juicio la instrucción del juez Del Olmo y contribuyendo, en definitiva, a prolongar la sensación de que nunca se haría justicia. Y eso, la justicia, cuando te han asesinado a un ser querido es lo único que te queda.

Han ninguneado a la Asociación de Víctimas del 11-M por considerarla mas cercana a PSOE e IU, pese a que reclamaron una y otra vez que no querían ser politizadas, e incluso la Comunidad de Madrid, presidida por la popular Esperanza Aguirre les negó una subvención. ¡Con el trato deferente y cómplice que dispensan a la AVT del vocinglero Alcaraz! Al que han seguido por la calle en todas sus manifestaciones, entre otras, en  aquella que llevaba por lema "queremos saber la verdad" referida a al 11-M.

Para mantener la moral de sus simpatizantes, muchos de los cuales se creyeron a pie juntillas todas las infamias que les contaban desde los medios de comunicación más a la derecha que el PP, han decidido seguir, dale que dale, retorciendo los argumentos en vez de tener la dignidad política de decir simplemente: "la sentencia deja el caso cerrado. Nos equivocamos".

Y no porque el debate político sea reiterado y aburrido, que lo es, o porque vaya a convertir la campaña electoral en un lodazal donde se vuelvan a utilizar los muertos para conseguir votos. Sino porque las víctimas no se lo merecen y bastante paciencia han tenido.

Las pocas voces dentro del PP, que en estos días han intentado hacer un ejercicio de cordura frente a la línea  oficial marcada por Acebes y Zaplana, eran marginales. Pertenecen al ala liberal del partido con poco predicamento dentro de la doctrina ortodoxa y han sido llamados al orden de forma inmediata. Ayer mismo la diputada catalana  Monserrat Nebreda volvía al redil 'suavizando' su artículo en el que pedía prudencia.

Por cierto, el PSOE debería, una vez demostrado palmariamente que no ganaron las elecciones engañando, que no utilizaron a las Fuerzas de Seguridad para llegar al poder falseando pruebas, etc. hacer un gesto de elegancia y dejar de alimentar este debate que puede convertir la vida política en otro estercolero. Es hora de pasar página a uno de los momentos más trágicos de la democracia.

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