El hombre que metió en la cárcel a Jesús Gil cuelga la toga
domingo 28 de julio de 2013, 10:37h
Santiago Torres, el hombre
que instruyó la causa contra Jesús Gil e instruyó la 'operación Guateque',
abandona la carrera judicial. Dice que, por motivos de salud y familiares,
prefiere pasar al ejercicio de la abogacía privada. Juez valiente, polémico,
actualmente destinado en la Audiencia Provincial de Madrid, cuelga la toga tras
un paso por los juzgados en los que ha actuado con contundencia, enfrentándose
a no pocas críticas, maniobras en su contra, e intereses. Aún recuerdo una polémica,
a gritos, que quien suscribe mantuvo con el ex alcalde de Marbella Jesús Gil,
en la que el declarado delincuente urbanístico y promotor de un partido
corrupto, el GIL, se atrevía a denunciar no sé qué maniobras del juez que le
metió en la cárcel y que luego, apiadado por un presunto ataque al corazón del
recluso, le sacó de ella: "entre usted y el juez ejemplar Santiago
Torres, ¿con qué versión cree que me quedaré?", recuerdo que, indignado,
le dije a Gil en aquella 'tertulia' radiofónica a la que le invitaron.
Ahora, el BOE publica su cese
a petición propia, un paso del que no nos había informado a quienes nos
consideramos sus amigos, y la Judicatura española pierde un enorme valor. La
instrucción contra Gil le provocó ya un primer achaque -toda aquella
corruptela judicial logró poner el nombre de Torres en entredicho--. Luego, la
del 'caso guateque', una presunta trama de corrupción para conceder
licencias a locales de ocio en Madrid a cambio de comisiones, fue la puntilla.
La salud del juez que se toma todo demasiado a pecho, amenazado e increpado
desde rincones umbríos, se resintió seriamente. Hace tiempo que esperaba este
paso de Torres, desengañado por la falta de colaboración de unas autoridades
que preferían defender los intereses de sus sicarios, aplaudidores y conmilitones.
Habrá, seguro, quien se
alegre de que Santiago Torres se retire. Como no falta quien celebre que
periodistas implacables en la persecución de las irregularidades, porque se
creen aquello de que 'noticia es todo lo que alguien no quiere que se
publique', pierdan su trabajo o lo dejen, hartos del cerco al que se les
somete. Es una buena señal esa alegría de los 'malos', una prueba
de que las cosas se han hecho, dentro de lo humanamente posible --¿quién no
comete algún error?--, bien. Yo, hasta donde se me alcanza, siempre defenderé
que Torres, que alguna vez dejó su opinión en este Diariocrítico, lo ha hecho
bien. Muy bien. Demasiado bien para algunos.