www.diariocritico.com
Sueños truncados

Sueños truncados

lunes 19 de agosto de 2013, 16:41h
Hace  ya  diez años, con la  excusa de  escribir un libro, "Mujeres del mundo" (que la editorial. Huerga &Fierro acaba de reeditar en versión electrónica), tuve la oportunidad de hablar con decenas y decenas de mujeres inmigrantes que, en su mayor parte, venían como avanzadilla familiar para instalarse aquí, en España, entre nosotros, después de haber superado un sinfín de trabas sociales, familiares, personales, burocráticas, y de pasar también unas cuantas penalidades  y esfuerzos  para intentar alcanzar un mínimo de estabilidad y bienestar. Hoy, a pesar  de haber obtenido  en la mayor parte de los casos, la nacionalidad española, no dejan de ser consideradas extranjeras en España y españolas en su país de origen.

Ese es, como mínimo, el peaje que todos los emigrantes tienen que pagar, aunque probablemente  ni siquiera lo sospechen cuando emprenden la huída. Y eso, en el mejor de los casos. Ahora, con la crisis, las cosas han cambiado y los españoles hemos vuelto a ser país de emigrantes, y volveremos a vivir episodios como estos pero en cabeza propia o de nuestros familiares y amigos.

Estrecho

Una noticia me ha hecho revivir todos aquellos momentos de historias personales, de angustias sobrellevadas, de albergues, trabajos mal pagados, abusos de todo tipo, rechazo y, de vez en cuando, también alguna comprensión y ayuda. Fue a principios de este verano, cuando un  titular de  EL PAÍS era lo suficientemente explícito para intuir que la historia era un capítulo más de los ya vividos desde España en los últimos 15 años: "Los tripulantes de un velero descubren un cadáver flotando con una mochila en el canal de Ibiza, a 40 millas de Calpe". Como si de un  David Meca cualquiera se tratara, Abdelaziz Elfayafi   un joven  marroquí (esta vez, sin embargo, universitario, políglota y con  perfil en Linkedin), intentó cruzar  a nado las aguas del estrecho de Gibraltar  con el empeño de     traspasar la frontera   de Europa  para  tener una vida mejor. En su empeño, y probablemente  tras sufrir un desfallecimiento, no pudo resistir  el frio de las aguas y murió.  Las corrientes  que se generan en esa zona, acabaron  llevando el cadáver hasta  la zona  donde  finalmente fue  rescatado, pero ya sin vida.
 
Una historia, en origen, similar a  las que protagonizan  los  pasajeros de las  decenas y decenas de pateras, cayucos  y demás subembarcaciones  a las que los españoles hemos asistido perplejos, incrédulos y abochornados  en estos últimos lustros.  No sé si  eran necesarias tantas muertes para  que  llegásemos a entender que si aquí estamos   atravesando una de las crisis más duras de nuestra historia reciente, en el continente  negro  llevan instalados   dos siglos  en ella, y, además, con una valla  cada vez más alta e infranqueable  que mueve a sus habitantes  a  intentarlo  a toda costa para huir del hambre o de la guerra. La razón es muy simple. Si    me aventuro -se deben decir todos a sí mismos-, puede que pierda la vida. Si no,  mi final  va a  estar envuelto en la  más absoluta miseria  y mis sueños  no van a poder  nunca materializarse.

Arriesgando, como se ve, muchas veces no acaban bien las cosas pero, al menos, no podrán decir "¿y si lo hubiera intentado?".

Mis respetos y mi admiración a  este joven marroquí si, como todos los indicios apuntan, ha sido capaz de enfundarse en un traje de neopreno, calzarse unas aletas y preparar un hatillo mínimo de enseres  (un  pasaporte, un móvil, unos euros y alguna ropa  imprescindible y perfectamente impermeabilizada) para sobrevivir durante unos días  en lo que  hubiera sido  el comienzo de la segunda parte de su vida. Descanse en paz, Abdelaziz, y tantos y tantos otros  seres humanos  cuyos  sueños  también  merecían  tener una oportunidad  para materializarse.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios