No es democrático, señor Mas

Ese prestidigitador de la política que es Artur Mas respondía de inmediato al argumento del gobierno de que la cadena humana del 11/S era una demostración de minorías, porque la mayoría silenciosa no estaba allí, con una afirmación que parece impecable, pero que no es otra cosa que la insistencia en una falacia: pues si ellos piensan -argüía- que la gente de la cadena es una minoría, hagamos una consulta y luego aceptemos democráticamente los resultados que arroje. Parece democrático ¿verdad? Pero no lo es. No, no es democrático, señor Mas.

En realidad, esta es una trampa en que muchos están cayendo: como si la suerte de Cataluña fuera un asunto a decidir única y exclusivamente mediante la votación de los que hoy residen en esa comunidad. No señor Mas, el catalanismo participó ampliamente en la redacción de la Constitución que nos da cobijo democrático a todos y esa palabra democrática no se puede falsear treinta y cinco años después, a menos que exista acuerdo entre todos los firmantes para reformar ese pacto de convivencia. Mientras tanto, la suerte de Cataluña se decide democráticamente entre todos los ciudadanos de España y no sólo por los de Cataluña.

Parece necesario ejemplificar de nuevo algo muy simple. Supongamos que se realiza la consulta sólo en Cataluña y los partidarios de la secesión ganan por una proporción en torno al 60% de los votantes. Y entonces el 40% restante decide lo siguiente: irse a vivir, por ejemplo, a Lérida y Gerona o a Tarragona, para entonces, siendo mayoritarios allí separarse del resto de Cataluña. ¿Verdad que el catalanismo pondría el grito en el cielo? De ninguna manera aceptarían la secesión de una provincia del actual territorio de la comunidad. Y cuando digo de ninguna manera, no estoy excluyendo las medidas de fuerza de parte de la Generalitat.

Pues resulta difícil de entender por qué esa reflexión no es traslable al resto de España. Porque este país está compuesto de muchas comunidades que hemos firmado un pacto supremo de soberanía popular y de convivencia pacífica. Y cualquier de las personas que se cobijan bajo ese pacto tenemos derecho a decidir sobre cualquier segmento de nuestro territorio. No sólo los que viven en ese segmento comunitario. Eso es muy sencillo de entender ¿verdad? Pero además es lo verdaderamente democrático, señor Mas.

Ese catalanismo de rechazo, que busca separarse del resto de España porque no le gusta la actual política española, es simplemente oportunista. Claro, en momentos de grandeza de la política española, como lo fue el de la transición democrática, entonces si se sentían catalanes y españoles sin ningún problema. Pero en los momentos de baja de la política española -y vaya si estamos en baja- entonces dejan de sentirse españoles para sentirse únicamente catalanes. ¡Qué fácil! ¡Qué sencillo!

Pues fíjense ustedes que será una mudanza comprensible e incluso atractiva, pero no es democrática. Y si no es democrática simplemente no estamos dispuestos a aceptarla. Ya nos quitamos de encima una dictadura para aceptar ahora nuevas políticas de fuerza. Porque usted debería saber, señor Mas, que las políticas de fuerza son un modo de violencia. Y ya estamos hartos de violencia.

No, señor Mas, lo verdaderamente democrático es mantener el compromiso democrático de la Constitución que nos dimos entre todos. Por consecuencia, si usted quiere realizar una consulta democrática adelante, hagámosla. Pero incluyendo a todos ciudadanos que nos cobijamos bajo ese acuerdo democrático supremo que es nuestra Constitución. Eso sí sería realmente democrático y no lo que usted plantea.