Así lo ha avanzado este jueves el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, que ha destacado que en las alegaciones del Consistorio a ese anteproyecto se "destapan" mentiras de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, como que su construcción va a ser más barata, cuando "con sus propias cifras" el hospital va a costar 2.275 millones, 663 más que los 1.612 millones que estaban previstos inicialmente.
El modelo de Cospedal "es mucho más caro"
"Es mucho más caro el modelo de Cospedal, y una empresa por poner 70 millones se embolsará más de 500 millones de beneficio", ha destacado el primer edil, que ha acusado al Gobierno regional de "introducir un modelo para que alguna empresa se forre a costa de los toledanos" que acabará con el tiempo precarizando el trabajo.
Además, el Consistorio destaca en sus alegaciones que en el nuevo hospital se planteen menos camas que las que tiene el antiguo, y ha pedido "no comparar" el número de camas previstas con otros hospitales de la ciudad "sino con el antiguo", y no entiende que se reconozca que la población mayor de 65 años se va a duplicar hasta los 128.000 habitantes pero eso "no se traslade a más camas ni a más atención".
Igualmente, se preguntan cómo se puede justificar que la Consejería plantee que en 2021 la ciudad va a tener menos habitantes. "Solo con el ritmo de crecimiento que tiene la ciudad es absolutamente engañoso pensar que vamos a tener menos población", ha puntualizado.
Sobre Parapléjicos "una enorme espada de Damocles"
Finalmente, García-Page ha arremetido contra el hecho de que se coloque sobre el Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo) "una enorme espada de Damocles", al vincular su gestión al futuro hospital, con lo que "se está planteando por debajo una operación que cambiaría el 'status quo'" del centro, en el que al final harán un 'totum revolutum' que podría permitir el despido de trabajadores.
Dicho esto, y confiado en que los concejales del PP apoyen las alegaciones cuando pasen por el pleno municipal, el alcalde de Toledo ha incidido en que cuando Cospedal estaba en la oposición "ni criticó el hospital, ni le parecía grande ni pequeño" y sólo hablaba que "llegaba con retraso", e incluso llegó a prometer "no sólo acabar este sino hacer otro en La Sagra".
Sin embargo, "paralizó el proyecto nada más llegar con la intención de introducir un factor de negocio", ha criticado, añadiendo que "a las sospechas sobre el procedimiento y la forma en cómo se paralizó el hospital, se ha unido la intención de demonizar un proyecto que les parecía faraónico sólo cuando han llegado al poder". Frente a todo ello, García-Page ha expresado su "compromiso personal de cambiar esta situación a la primera oportunidad que tengamos".
PP: "El PSOE estaba más contento con la obra paralizada y sin fondos"
Desde el PP, el portavoz en las Cortes, Francisco Cañizares ha respondido a las críticas asegurando que el secretario regional del PSOE "estaba más contento con la obra paralizada y sin fondos para terminarla" que ahora que se ha conseguido financiación del BEI (Banco Europeo de Inversiones), gracias a la gestión de la presidenta Cospedal.
Según el dirigente popular, "cuando Page debía haber hablado es cuando los socialistas se gastaron el 70% del presupuesto del hospital en ejecutar tan solo el 30% de la obra". Cañizares ha afirmado que el dirigente socialista debería haber hablado del hospital de Toledo, "cuando conocimos la obra faraónica proyectada por los socialistas, que incluía la construcción de una plaza interior de 7.500 metros cuadrados y que utilizaba azulejos de 200 euros el metro cuadrado", ha concluido.
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