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La columna de Gema Lendoiro: 'Comparaciones inevitables entre Máxima y Letizia'

La columna de Gema Lendoiro: 'Comparaciones inevitables entre Máxima y Letizia'

viernes 20 de septiembre de 2013, 09:51h

Reconozco que es un tópico y de los tópicos, ya se sabe, hay que huir. Pero de vez en cuando una cae en la tentación como mosca en miel y ahí voy de cabeza y sin remedio a establecer las grandes diferencias. Me estoy refiriendo a Máxima de Holanda y Letizia de Asturias. Me da hasta rabia reconocerlo porque una tiene su corazón y el terruño llama mucho. A Más le llama Cataluña, a mí España. ¡Qué le vamos a hacer! 

 

La visita de los reyes de Holanda a España nos ha sabido a poco pero es que están en plan austero y vienen por la mañana y se van por la tarde como quién va en el día a Sevilla o Barcelona desde Madrid. Además pilota el propio Rey con lo cual se ahorran el sueldo de un piloto (es de suponer). El caso es que verlos ahí en la base de Torrejón a los cuatro, dándose cálidos abrazos da para varias columnas. En primer lugar mi primera pregunta es ¿cómo es que han sido los príncipes y no los Reyes quienes los han recibido? Imagino que el protocolo sus razones tendrá pero sería lo lógico por cuestión de rango. Momento que no tiene precio el de Letizia haciendo la reverencia a Máxima, así como racaneando, que no quiero pero no me quedan más narices. 

 

¿Qué decir de Máxima? tan disfrutona de la vida frente a un histerismo que no para de tocarse, de estar en tensión. La argentina es espontaneidad pero de la buena, es una sonrisa grande, generosa como lo son sus curvas, de mujer rotunda que se cuida pero no se obsesiona. A Máxima te la imaginas perfectamente como una madre más en el colegio de tus hijos o como una compañera en un despacho. A Letizia no la ubicas ni haciendo de princesa cabreada ni de compañera de oficina. Una naturalidad para hacer las cosas con ganas, alegría y buen humor frente a un rictus serio, de morderse la mandíbula, de puños cerrados, de cabreo, de estoy aquí pero os mandaría a todos a otra parte. A Máxima la ves hablando con alguien e intuyes que está metida en la conversación, ajena a los focos, a Letizia la ves como quién aguanta la turra y con gesto de hastío como diciendo vaya rollo que me estás soltando. Y no podemos decir es que no nació y creció con esta educación porque Máxima tampoco lo hizo y ahí está, dándolo todo por los Orange. Tanto se ha empeñado que hasta se parece a su suegra. Letizia quería seguir el ejemplo "impagable de la Reina" pero se ha quedado en el ejemplo de sí misma. 

 

Desconozco la situación real de la pareja de Asturias. Es más, me trae sin cuidado si están o no enamorados, si son o no cómplices. Las miradas de enamorada de Letizia al príncipe, que sigue impostando, son más propias de la novia de turno de Tom Cruise que de una futura reina, especialmente si ese es el valor que más aporta en unas fotos. Y es que Leti, o pone carita de enamorada o de fastidio...cuando no manda callar a alguien porque el preparao está dando un discurso. Y decía que me trae sin cuidado si están o no enamorados, lo que importa aquí, ya que están, es que hagan su trabajo con ganas. Que ya sé que a veces se está mejor en la cama y que a ella lo de trabajar 24 horas al día no le va pero es que a cambio tiene la vida resuelta (vía impuestos de los que no la tienen) y no pierde el sueño como millones de españoles pensando en cómo va a hacer para pagar la hipoteca, los libros, la comida...Que digo yo, y a lo mejor me equivoco, que ya que está podría poner mejor cara...no sé se me ocurre que con ser una décima parte de simpática como Máxima ya sería suficiente.

 

Y al preparao (monarca dixit) ¿qué decirle? Pues que una cosa que tenía que hacer en la vida bien...Otra vez las comparaciones son odiosas.

 

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