Dimisión de Echániz.... una "idea feliz"

Aunque coloquialmente la palabra felicidad significa estar bien o feliz, esta procede del latín "felicitas" y es el estado emocional que siente una persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.

El consejero de Sanidad de Castilla la Mancha, Ignacio Echaniz, al parecer ha conseguido dicha meta, al menos, sus palabras así lo denotan, puesto que se siente muy feliz con el copago sanitario.

Estas palabras me producen mucha tristeza, pero no solo eso, sino un asco profundo hacia una parte de la especie humana que no tiene ningún pudor en exterminar al resto, aunque este esté compuesto por personas enfermas, niños, mayores y personas en situación de dependencia.

La gran felicidad que siente este, y otros personajes, es a costa de que un porcentaje de la población, el cual desgraciadamente irá aumentando, haya tenido que dejar de tomar sus medicamentos por el simple hecho de tener que elegir entre medicarse o comer. Y aunque en muchos casos estos copagos no sean cantidades exageradas, al menos para algunos, si lo son para aquellos que con las mismas tienen para comer durante unos días. 

Parece una utopía que esta situación esté pasando en pleno siglo XXI y en un país como el nuestro. "Y algunos felices con ello".

Pero no contento con todo esto, el consejero también califica a la marea blanca como rancia y anticuada. Y estas declaraciones, como poco, son curiosas, porque no hay nada más rancio y anticuado que vivir afincado en un pasado donde la falta de libertad, pobreza y humillación del pueblo eran el "mayor gozo y síntoma de felicidad" de la cúspide de un sistema dictatorial llamado franquismo y que algunos, a día de hoy, tanto veneran.

Ante toda esta situación, donde el sufrimiento de la ciudadanía es la felicidad de quienes nos gobiernan, solo me cabe una afirmación: "estamos gobernados por gente sin alma y donde nuestras vidas no tienen valor alguno".

**Enrique Rivas Díaz

Portavoz de la plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en CLM