Freedonia, la mejor música de soul autofinanciada con éxito en discos y en directo

Y es que, como la propia palabra indica, es como si estuvieran en la tierra de la libertad -Freedonia, palabra ya famosa por Marx, sección hermanos, subsección Groucho- tras haber sembrado largamente sus esfuerzos personales y profesionales desde esa escuela de música en la que se conocieron. Y, claro, empezar ya a recoger la cosecha, de este "grupo de amigos", cual se consideran por encima de todo, que, persiguieron juntos "un sueño común" hasta alcanzar y sentar "los cimientos de una empresa de gestión cultural sólida y sostenible", como presumen.

Curiosa y anecdóticamente, su primer proyecto fue financiarse a través de la música unas vacaciones de verano, como indica con sentido del humor uno de sus dos portavoces, Israel Checa, batería del grupo: "Quizás ese ha sido nuestro éxito más importante, pues desde entonces no hemos parado de crecer y de trabajar codo con codo para conseguir nuestro propósito de vivir de nuestra música".

Porque antes todos sus componentes actuales habían aplicado esa frase bíblica, y mítica, de "deja todo y sígueme", pues hasta que empezaron a recoger su siembra, la mayor parte de ellos provenían de otros sectores laborales: un par de informáticos, otros dos técnicos de sonido, un aparejador, un diseñador gráfico, un físico... en algunos casos con más de diez años de experiencia laboral, con su respectiva antigüedad, en sus respectivos sectores.

Llegados a ese punto, decidieron redirigir sus carreras profesionales hacia la música y fueron coincidiendo en el camino elegido, el de su vocación. "Así fue", destaca el otro portavoz, el bajista Fran Panadero, "en ese mismo camino se fue completando el grupo con músicos que compartían el enfoque común". Con unas claves que siguen definiéndoles: la formación continuada y el trabajo en equipo -un equipo heterogéneo pero cohesionado-, cual destacan: "Sí, son nuestras principales ventajas".

Un primer disco financiado con 'crowdfunding'

A partir de ahí tratan de hacer comunidad con su público, involucrándolos en la medida de lo posible en sus procesos a través de nuevas tecnologías, pero usando sistemas de grabación tradicionales para conseguir mayor calidez y autenticidad en los sonidos, y explorando nuevos tipos de registro de autoría para sus obras, acordes con su filosofía y con nuevas oportunidades de negocio.Así nació su primer disco, 'Freedonia', financiado a través de una exitosa campaña de "crowdfunding" o financiación colectiva.

El disco, con once temas de composición propia, pronto tendrá un sucesor, ya que el grupo acaba de lanzar 'Beggin´ you', un single como adelanto de su próximo trabajo, que viene acompañado de una versión muy personal del clásico que popularizaron The Animals y Nina Simone: 'Don't let me be misunderstood'. Además de estas grabaciones, los propios 'freedonios' gestionan su oficina de 'management' y diseñan y venden su 'merchandising'. En definitiva, pues, una auténtica autogestión emprendedora a tope.

Como es lógico, no todo fue un camino de rosas, ya que denuncian que, aparte de los evidentes problemas de la situación económica actual, se han encontrado, según Checa, "con una regulación atrasada con respecto a Europa en muchos sentidos que no facilita la labor". Y su portavoz añade que, por ejemplo y sin ir más lejos en el país vecino de Francia hay un régimen de seguridad social específico para salas y músicos, con un tipo específico de obligaciones, prestaciones y coberturas sociales.

"Como consecuencia, el fraude es prácticamente inexistente; mientras que aquí darte de alta como autónomo para un concierto te puede salir más caro que lo que se percibe por el mismo", insiste el batería. Al que le parece que también en el marco formativo España se encuentra retrasada, eso sí, con un atenuante: "Bien es cierto que contamos con excelentes conservatorios de música clásica", pero también lo es que la formación en música moderna es poco accesible: "Contamos en todo el país con apenas tres centros públicos de titulación superior (única titulación válida) con muy pocas plazas".

Dificultades salvables

Porque la otra opción son escuelas privadas, no sólo con elevados costes, sino que al final la titulación oficial obtenida sea real ni valga. No obstante, no quiere despedirse con una nota totalmente negativa: "No todo es dificultad. Aunque no muchos, hay conservatorios profesionales de distintas provincias que, por iniciativa propia, están ampliando su 'curriculum' con música moderna, también hay medios de difusión (públicos y privados) y pequeños sellos que creen que la música es importante".

Una especie de héroes que apuestan por ella, por la independencia y la lucha: salas que programan con criterios artísticos, publico que exprime internet en busca de algo que le interese y que va a conciertos..., subraya Checa, para agregar que, en definitiva, "gente que se deja la piel por mantener viva la llama de las cosas bien hechas". Y el bajista Panadero, su compañero en la portavocía, remata: "Si cuentas con un buen producto, un buen equipo humano y buenas dosis de tesón, todo es posible" Y ellos, Freedonia lo saben bien.

La banda está compuesta por Mika Sitte, voz; Luis Soler, trompeta; Álex Fernández,saxo tenor y flauta travesera; David Pérez 'Charro', saxo barítono; Israel Carmona, trombón; Ángel Pastor, guitarras eléctricas y armónica; Roberto García, teclados; Fran Panadero, bajo eléctrico; Joaquín Rodríguez, percusión, e Israel Checa, batería.

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@freedoniasoul