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Crítica de la película

'El hobbit: La desolación de Smaug': El Señor de los Anillos V

'El hobbit: La desolación de Smaug': El Señor de los Anillos V

jueves 12 de diciembre de 2013, 15:51h
La primera escena de esta 'Desolación de Smaug' puede que sea la que marque la pauta de la misma. Nos encontramos en la lluviosa y sucia Bree, a punto de entrar en 'El Pony Pisador', un escenario que nunca aparece en 'El Hobbit'. Cuando la cámara nos lleva hasta allí, una figura aparece en primer plano. Es el propio Jackson, en un cameo 'hitchcockiano', haciéndonos ver que en esta segunda parte, ya no seguimos a Tolkien sino a su propia adaptación de su obra. Y es que esta película no es la segunda parte de 'El Hobbit' sino la quinta de 'El Señor de los Anillos'.

El gran miedo que podría haber a la hora de enfrentarse a una nueva entrega de 'El hobbit' es que su director hubiese puesto el piloto automático, harto de hacer una y otra vez lo mismo. No es el caso de 'La desolación de Smaug', el director ha decidido utilizar las muchas horas que tiene que rellenar para unir sus trilogías y atar todos los cabos posibles, aunque sean algunos que no aparecen en el libro de Tolkien. Jackson ha decidido romper las ataduras con 'El Hobbit' y hacer de su película un ente aparte, lejano a la alegría infantil del libro y acercándolo al tono más sombrío de 'El señor de los anillos'.

Y es que si en la primera trilogía se tomaba pequeñas licencias, con 'El Hobbit' Jackson y sus colaboradores se ven ante el reto de llenar nueve horas de cine con un libro que no da para tanto. Para ello recurren a cada historia conocida escrita de Tolkien, como ese inicio en el que Thorin y Gandalff se conocen en el Pony Pisador. O toda la subtrama en la que Gandalff descubre que el Nigromante es un viejo conocido.

Lo mejor de esta nueva entrega es el ritmo, mucho más vivo que en la primera parte, a la que le costaba bastante arrancar. Además en esta película consigue definir algo más a sus personajes, sobre todo algunos de los enanos que quedaban demasiado difusos en la anterior entrega de la saga. Los protagonistas siguen rayando a buen nivel, en especial Martín Freeman como Bilbo y Richard Armitage como Thorin. Las nuevas incorporaciones cumplen sin más, con Orlando Bloom retomando a Legolas y Evangeline Lilly, dando vida a una elfa que parece la gemela de Arwen. Claro que el mejor nuevo personaje no es de carne y hueso.

Si la mejor escena de la primera parte era la confrontación entre Bilbo y Gollum, lo mejor de esta segunda es el cara a cara de Bilbo con Smaug, dándose la curiosa circunstancia de que Bilbo es interpretado por Martin Freeman y a Smaug le presta su profunda voz Benedict Cumberbauch. O lo que es lo mismo el doctor Watson enfrentándose a Sherlock Holmes. Seguro que los cómicos anglosajones encuentran un filón ahí.

El Jar Jar Binks de la Tierra Media

Claro que no todo es bueno, Jackson vuelve a demostrar que no se le dan bien las historias de amor, la presente aquí, una especie de triángulo, no se la cree nadie y no ayuda mucho al desarrollo de la misma. Otra vez muchas de sus escenas de acción vuelven a ser embarulladas, poco definidas y mucha querencia al 'postureo' (la vuelta de Legolas no ayuda precisamente en estos casos). Y, además, vuelve a salir Radagast, esa especie de Jar Jar Binks sin sentido. Eso sí, esta vez molesta bastante menos.

Otra cosa que tampoco le queda muy bien es su inconcluso final. En todas las entregas anteriores, ya sea en las tres de los anillos, como en la anterior de 'El Hobbit', Jackson se había buscado un final (incluso en 'El retorno del Rey' llegó a poner unos cinco). En cambio aquí lo deja todo en el aire. Se termina con una batalla inconclusa que obviamente comenzará en la siguiente entrega; además de dejar un personaje importante con su vida en peligro. Creo que intenta algo parecido a lo que sucedía en 'El Imperio contraataca' pero no lo consigue. Si aquella película tampoco tenía final, al menos tenía un punto y aparte. En cambio aquí Jackson nos deja en un punto y seguido.

Obviamente dejará a los espectadores con ganas de más pero también resta a una película que, en todo lo demás, es superior a su predecesora. Los fans de la saga se sentirán recompensados con su viaje anual a la Tierra Media, los que no lo son, no tiene ningún sentido que sigan probando.

@LesterHendrix

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