La moralidad es la calidad de los actos humanos en cuya virtud los designamos como buenos o malos, como acertados o erróneos. Se trata de un término común relativo a la bondad o la maldad de un acto humano, sin especificar a cuál de los dos se refiera. Por lo tanto, al contrario de lo que se pueda pensar, el término moralidad no va ligado con llevar a cabo un pensamiento o acto basado en un hecho bueno.
Prueba de ello, es la recientemente aprobada "ley del aborto". Una ley aprobada por el partido popular donde no solo la moralidad les ha llevado a aprobarla, sino también el satisfacer a un sector ultra cuya dignidad está a la altura del betún. Y aunque el ministro Gallardón haya dicho que esta propuesta estaba en el programa del partido popular, la realidad es que donde verdaderamente estaba es en sus propios genes, porque ya su padre al principio de esto que llamamos democracia quiso impugnar el aborto.
Pero si en todo esto hay algo verdaderamente repugnante e indigno, es el tener que escuchar que esta ley protege a las mujeres, porque lo que realmente están haciendo con esta ley es atentar gravemente contra dos principios fundamentales que tenemos las personas..."nuestra libertad y nuestra dignidad".
Cuando escuchamos en la sociedad que el Partido Popular está llevando a cabo medidas dictatoriales, incluso fascistas, no lo tenemos que achacar a un ataque de la izquierda, sino, como se suele decir, porque cada cual se califica con sus propios actos. Y en esto el partido popular es un experto, puesto que esta ley vuelve a poner de manifiesto el sistema mordaza que el gobierno está llevando a cabo con la ciudadanía. Llegando, como es el caso que aquí nos lleva, a querer mandar incluso en el propio cuerpo de las mujeres.
Y aquí nos encontramos con una hipocresía donde públicamente dicen defender a las mujeres que, por ejemplo, están sometidas a regímenes islamistas, a la vez que, con estas medidas pisotean la libertad de las mujeres en nuestro país.
Es curioso que el Partido Popular presuma de mayoría absoluta cuando está gobernando para una minoría, y esta ley lo vuelve a demostrar. Ya que será esta minoría privilegiada la que, gracias a sus medios económicos, podrá irse a cualquier país donde si pueden presumir de libertad para poder abortar. Mientras tanto los de siempre tendrán que recurrir, tal y como pasaba hace años, a medios que incluso pueden llegar a ser peligrosos para la salud de las mujeres. Y esto a la moralistas y liberales de la derecha les importa bien poco.
Pero esta moralidad no se queda solo aquí, sino que algunos sectores, como la iglesia o asociaciones provida, la llevan un peldaño más arriba. Donde se convierten en indignos ángeles defensores de la vida durante nueve meses, a la vez que, se olvidan de estas mismas vidas una vez que ven la luz. Prueba de ello, es el ver como, en muchos casos, nunca se manifiestan a favor de la Ley de Dependencia y de esos niños en situación de dependencia que tanto defendieron durante su gestación. Y esto solo tiene un nombre..."Cruel Moralidad".
Y como dijo
Samuel Beckett: "los moralistas son personas que se rascan allí donde a otros les pica".
***Enrique Rivas Diaz
Portavoz de la Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en CLM
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