Hoy miércoles, 1 de enero de 2014, se celebra un
centenario que nadie ha festejado. La Asociación de la Prensa Toledana cumple
cien años. Una efeméride olvidada por una profesión que no atraviesa sus mejores
momentos en nuestra provincia.
Constantino Garcés, director del semanario La
Campana Gorda, fue el primer presidente de nuestro colectivo. Es cierto que
la actividad de la entidad no ha tenido continuidad a lo largo de este siglo y
es dudoso considerar a la actual Asociación de Periodistas de Toledo como
continuadora legal de aquella fundada hace cien años, pero quienes hoy
trabajamos en los medios de comunicación sí debemos sentirnos herederos de
aquella treintena de entusiastas compañeros que el primer día de 1914 se
reunieron en la redacción de El Eco Toledano y aprobaron constituirse en
asociación profesional. Por entonces, en la capital, se editaban más de una
decena de periódicos.
A
las tres de la tarde del uno de enero de 1914, un amplio grupo de periodistas
de nuestra ciudad reunidos en las oficinas de El Eco Toledano acordaron
constituir la Asociación de la Prensa Toledana. Sus objetivos eran la defensa
de los intereses comunes de la profesión y, también, "estrechar los lazos de
amistad y compañerismo". Junto a estos fines corporativos, la nueva entidad
aspiraba a trabajar por el bien común de la ciudad de Toledo. La Junta
Directiva quedó constituida por Constantino Garcés, presidente; Virgilio
Álvarez, vicepresidente; Julio González, interventor; Román Ariz, tesorero;
Tomás Gómez de Nicolás y Clemente Álvarez Arenas, secretarios; y Antonio Piga,
Saturnino Rodríguez Urosa y Cándido Cabello, vocales. Como primera sede social
de la entidad se fijó la redacción de El Eco Toledano, en el número
siete de la Plaza del Solarejo, siendo sus cuotas mensuales de cuatro pesetas.
Según
el Reglamento aprobado, tendrían la consideración de socios fundadores todos
los asistentes a la reunión citada, "más los directores, redactores y
colaboradores asiduos de los periódicos de Toledo y su provincia y los que con
anterioridad hubiesen ejercido el periodismo de un modo notorio, siempre que
presentasen su adhesión en el plazo de un mes". Los fotógrafos también tenían
acceso a la asociación.
La
constitución de la Asociación de la Prensa
fue un hito más en aquel primer tercio del siglo XX, período que debe ser considerado como la
verdadera "edad de oro" del periodismo toledano. Mientras que en la mayoría de
las provincias de lo que hoy conforman Castilla-La Mancha el origen del
periodismo está ligado a la publicación de diferentes gacetas durante la
primera mitad del siglo XIX, en Toledo no hubo en aquel tiempo más publicación
que el Boletín Oficial de la Provincia. A partir de 1850, según ha
puesto de manifiesto en sus numerosos estudios Isidro Sánchez Sánchez, máximo
especialista en la historia y evolución de la prensa toledana, en la provincia
proliferaron diferentes publicaciones periódicas como El Avisador, El
Eco del Tajo, El Anunciador Toledano, El Correo de Toledo, La
Ribera del Tajo, El Porvenir de Toledo, El Faro Toledano, La
Moral, El Tajo, La Conciliación o La Constancia.
Estas
publicaciones, en su mayoría de trayectoria efímera, marcaron el rumbo del
movimiento periodístico en Toledo, que alcanzó su auge entre 1890 y los años
previos a la guerra civil. En la ciudad se editaron decenas de diarios y
semanarios con una gran calidad y una pluralidad ideológica tremenda. La
Idea, de carácter republicano; El Castellano, editado por el
Arzobispado; El Porvenir, órgano de los reductos carlistas; Heraldo
Obrero o El Proletario, alineados con la Casa del Pueblo. También
hubo publicaciones de carácter profesional como La Veterinaria Toledana, El
Practicante Toledano o La Bandera
Profesional dedicada a la
enseñanza. Y junto a estas cabeceras destacaban otras con gran calidad técnica
y apostando por la información gráfica entre las que destacaron Toledo y Castilla de Santiago Camarasa, El Castellano Gráfico o la imprescindible La Campana Gorda. Incluso, durante 1914 Juan
Moraleda y Esteban fue responsable de una revista semanal dedicada a informar
sobre las actividades del III Centenario de la muerte del Greco. A principios
del siglo XX, en abril de 1904, ya hubo un primer intento de crear una
asociación de periodistas que no fraguó, pese a los esfuerzos del propio Garcés
y Federico Lafuente, director del Heraldo
Toledano.
Durante los años
siguientes a su constitución, la
Asociación de la Prensa mantuvo una destacada presencia en la vida social
toledana, promoviendo representaciones teatrales, bailes, actos culturales y
colaborando en numerosas iniciativas benéficas. A Garcés le secundaron en la
presidencia compañeros como Saturnino Rodríguez Urosa, Victoriano Medina o
Manuel Conde.
Concluida la guerra civil [durante algunos meses
del conflicto, la asociación incluso editó su propia Hoja
Oficial del Lunes], el periodismo toledano se circunscribió a las
redacciones de El Alcázar y Radio
Toledo, así como corresponsalías de algunos diarios y agencias nacionales,
destacando profesionales como Luis Moreno Nieto, Antonio de Ancos, Pepe Ponos,
Eliseo Laguna, Juan Peñalosa y Maite Silva o Ángel Friginal. Hubo de esperarse
hasta los años ochenta, con la recuperación democrática, para que comenzaran a
proliferar nuevos medios: YA-Toledo, La Voz del Tajo,
Radiocadena Española, Antena 3, La
Región, El Día de Toledo (cabecera que se remonta hasta
1894), la delegación regional de la Agencia EFE o la revista Bisagra.
Con este impulso, los profesionales toledanos relanzamos de nuevo nuestra
Asociación bajo la presidencia de Álvaro Ruiz. Ahora, tras el dilatado mandato
de Ismael Barrios, la entidad está dirigida por Rosa Nogués y tenemos ante
nosotros el reto de iniciar una nueva etapa con el futuro desarrollo, si llega,
del Colegio Profesional.
***Enrique Sánchez Lubián
Periodista