Ronaldo, un vencedor justo y necesario

Por fin uno de los mejores y más vanidosos futbolistas de la historia se sale con la suya. Con justicia, eso sí. Y con justeza, eso también. Por fin Cristiano Ronaldo se lleva el Balón de Oro. Por din derrota, por la mínima pero lo derrota, a su eterno rival, Messi, que le ganaba por goleada. Sí, por ese 4-1, que hasta este lunes era el balance de 'Balones' logrados por el argentino frente al luso, que no iluso. Ahora, tras su segundo título que, más o menos, significa ser el mejor futbolista planetario e incluso galáctico, Ronaldo acorta distancias. Y, claro, como según el portugués él siempre se merece el Balón de Oro -son declaraciones textuales suyas y muy recientes-, su ambición -o envidia, elija usted, amable lector- personal no cesará hasta que le empate o le supere.

Al margen de todo ello, parece indudable que Cristiano merecía en esta ocasión, posiblemente por muy poco, por esa escasa diferencia que al final obtuvo (1.365 frente a 1.205, y ya más lejos, el convidado de piedra Ribéry), el galardón. Su temporada fue extraodinaria no sólo en goles 69 -ahí sin con gran diferencia sobre Messi-, sino también en capacidad de arrastrar a sus compañeros para ganar y ganar y ganar con esas cualidades que le adornan. A pesar de lo cual, el Madrid del afortunadamente casi olvidado y fracasado Mourinho -ese sí que es vanidoso y, peor, todo apunta a una mala persona- no se adornó con ningún título la campaña anterior. 

Pero no se puede medir la calidad individual de un futbolista por los títulos que logre en un deporte colectivo como es el balompié. Incluso hace un par de años, la Liga se la llevó el Madrid y los azulgrana tampoco ganaron la Copa ni la 'Champions', lo que no impidió que el Balón fuera para Messi. Además, a la FIFA, a la que sólo le interesa el negocio -¿recuerdan que el Mundial de 2020 va a un país de nula tradición futbolera como Catar, pero 'jarto' de petrodólares?- le interesaba cambiar de caballo ganador, para mayor fuerza mediática y económica, aunque todo dependía de que Portugal superara la repesca y se metiese en el Mundial, porque de no haber sido así, el trofeo había sido para el argentino.

Y una última reflexión, valorando la calidad humana y sensibilidad social de los tres finalistas, que parece dejan mucho que desear. Recordarán también que en una encuesta del año pasado sobre con quién se tomarían los españoles una caña, el hoy suplente Casillas -gracias a Mourinho, Florentino Pérez y el obediente de Ancelotti- fue uno de los que más votos obtuvieron. Y no creo que ahora, al margen de méritos deportivos y forofismos, nadie en su sano juicio escogiera al vanidoso de Ronaldo -"me odian porque soy guapo y millonario"- ni al escaqueador de impuestos -por no escribir algo más fuerte- Messi -vaya forma de olvidarse de que Hacienda somos todos- ni al problemático Ribery, que entre otros líos judiciales está el del caso con esas dos jovencitas marroquíes con las que presuntamente 'jugaron' él y Benzema y está pendiente de juicio en Francia. Pero de lo que se trata es de valorar lo deportivo, y ahí, Ronaldo es el que acumula más méritos con justicia y justeza. Enhorabuena.