Gracias, gracias es la palabra que llevo repitiendo a cada momento en los últimos días. Como todos ustedes saben este pasado miércoles se ha realizado una gala benéfica en favor de mis hijos, Alvaro y Nacho, con el fin de recaudar fondos y poder estar el próximo día 23 de enero en Cambridge.
Han sido días de sentimientos encontrados, días de enormes contradicciones, momentos en los que cada uno ha quedado retratado y ha mostrado su verdadera cara dejando caer la "careta" con la que se maneja en la vida.
Quiero poner de manifiesto, porque es de justicia, a todos y todas las que han hecho posible el inicio de este "milagro". Nunca podre mostrar mi agradecimiento, el agradecimiento de toda mi familia, a María José Acevedo, a Rubén Torres, a Antonio Domingo, a RTVCM, al Ayuntamiento de Toledo, y en especial a Ana Saavedra y Jesús Nicolás, a todos los trabajadores del Teatro de Rojas encabezados por Paco y Adolfo, a mi centro de trabajo el Colegio Medalla Milagrosa de Toledo, a todos los medios de comunicación por el empeño e interés mostrado en ayudar a que esta iniciativa tuviera éxito y por supuesto a la sociedad toledana que ha respondido extraordinariamente al llamamiento y que han demostrado que todavía queda alguna esperanza para revertir la situación a la que se esta viendo abocada y que con periodistas de raza como Marisa Arellano de Informativos T5 siempre tendrán un altavoz en el que dejar sus palabras.
Me gustaría hacer una mención especial, de bien nacidos es ser agradecidos, a La Caixa que en menos de 24 horas fueron capaces de responder al llamamiento que se les hizo y que con su aportación abrieron "la puerta de la esperanza" para mis hijos.
Pero si de bien nacidos es ser agradecidos como he dicho antes, también es de justicia llamar y poner a cada uno en su sitio, sin tapujos ni paños calientes diciendo, con nombres y apellidos, todas y todos aquellos que se han "puesto de perfil" ante el llamamiento de una familia que estaba peleando por la vida de sus hijos. Dos entidades bancarias, muy "apegadas" a Castilla-la Mancha y sus gentes según su publicidad institucional como son Caja Rural y Globalcaja no han tenido a bien utilizar ni un euro de lo presupuestado en "fines sociales" para ayudar a dos niños castellano-manchegos que pelean por sus vidas y todo ello a pesar de que sus presidentes, los Sres. Gomez Mora de Caja Rural e Higinio Olivares de Globalcaja, tenían conocimiento explícito de la petición y de la situación.
También parece que la máxima responsable de nuestra Comunidad no ha considerado lo suficiente importantes a mis hijos para aceptar una invitación, que créanme costó mucho hacer, para estar en ese día tan importante. Sra. Cospedal, no dude que si su hijo necesitara de mi humilde ayuda o de la de mi familia ahí estaremos, no volveremos la cara con la socorrida excusa de "problemas de agenda". La "agenda" parece tiene para usted más valor que dos niños. Al final es cierto el dicho de "cada uno recoge lo que siembra".
Que decir del máximo responsable de Sanidad y Asuntos Sociales Sr. Echániz al que también se le invitó, con muchísimo más trabajo aún y teniendo que tragar mucha, pero que mucha saliva. Su "agenda" está abierta para recibir el Premio Pingüino de moteros y posar para la posteridad, incluso en domingo. Para cosas "banales" como son dos niños en situación extrema para eso, querido consejero, para eso no hay hueco en su agenda. Me consta que en los recesos de sus múltiples reuniones se acuerda de sus hijos, yo Sr. Echániz me acuerdo de usted cada vez que veo a los míos.
No, no se me ha olvidado el título de mi artículo, porque "mención especial" merece la alcaldesa de Guadamur, Dª María Sagrario Gutiérrez Fernández con su actuación repugnante y obscena. El que una representante pública al ser requerida por una abuela que pelea por sus nietos para solicitarla la compra de una entrada para la gala benéfica , sin mediar palabra se de la vuelta, meta la mano en el bolsillo y tire dos euros a la mesa en la que se estaban vendiendo las localidades, demuestra la catadura personal de quién tiene interiorizado y lleva en los genes la falsa caridad y el lavado de conciencias. Sra. alcaldesa de Guadamur, por mucho que quiera e intente no podrá "lavar" nunca su despreciable gesto.
En fín, como dije al principio,al final cada uno queda en su sitio y en este caso aún más dada la especial situación de la que se trataba.
Para terminar, gracias Sr. García Ferrer, gracias porque cumplió con discreción el "marrón" que sus jefes le prepararon y porque, creo e intuyo, que su presencia en el acto también tuvo carácter personal y sus deseos y palabras de ánimo al finalizar el acto fueron sinceras. Quizás en la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales haya alguien que ponga algo de sentimiento.
José Luis Gómez-Ocaña Pérez
Padre de Alvaro y Nacho Gómez-Ocaña afectados por la enfermedad Tay-Sachs
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