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'Lágrimas de cocodrilo': Curiosas tendencias

'Lágrimas de cocodrilo': Curiosas tendencias

jueves 23 de enero de 2014, 19:10h
¿Vuelve el auge de la literatura erótica, incluso de la porno? ¿Con qué se puede relacionar esta vuelta, si es que se da? ¿Se parecen en algo los períodos en que arrasaba y el que se nos avecina? 

 

La verdad es que sí hay señales de que la literatura erótica está volviendo y pretende quedarse. Entendiendo por literatura erótica la que tiene el relato de las prácticas sexuales como eje de la historia, y que hace, con más o menos crudeza, y más o menos eficacia, una narración explicita de ellas. El enorme éxito de ventas de la trilogía de E.L. James, Cincuenta sombras de Grey, sus numerosas secuelas masivas, y el escándalo mediático de la película que cuenta con bellezones como Dylan Neal, Luke Grimes, o Eloise Mumford , y que copa las redes sociales y la prensa  concomitante -la de cine, literatura y cotilleos- ya iban dando guiños. Pero hay más: por ejemplo, Anagrama acaba de poner en los escaparates ¡Ponte, mesita!, una novela corta de la francesa Anne Serre, en el que cuenta con ingenua perversidad muy balthusiana, la conducta de una familia que, de verdad, es un poco rarita.....De una rara libertad y una rara amoralidad, quiero decir. Y con esa cosa a un tiempo inocente y.... agüita. Porque es bastante terrible, y se lee como si nada.... Y no se la voy a contar, porque lo suyo es la literatura. O sea, leerla. 

 

Y más aún: Tusquets recupera la que fue colección emblema de la modernización española cuando la transición: la colección La Sonrisa Vertical, que dirigió Luis G. Berlanga el llorado director de cine y conocido erotófago, se renueva y se relanza, aunque conserve, dicen sus editores, el logo (la sonrisa misma) y el color rosado. Se relanza con la reedición de dos de sus títulos estrella,  La última noche que pasé contigo de Mayra Montero , la excelente novelista caribeña, (habrá alguna nueva de mi admirada Mayra?)  y un clásico,  La Venus de las pieles de Leopold von Sacher-Masoch, si, el que dio nombre a esa rareza sexual que es el masoquismo, puesta de actualidad por la película de Roman Polansky.  Que siempre hace ruido, y con razón. 

 

Y me pregunto: tiene algo qué ver este momento con el otro de su auge en España, en la primera transición a la democracia? Entonces formaba parte de una puesta al día, de una entrada en la normalidad, en la que el índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica tenía valor de ley civil. (No crean que han desaparecido los "índices": entren a San Google y comprueben con horror, como he hecho yo, las calificaciones morales -con muchísimos prohibidos-, de los 65.000 títulos que cataloga en su propio índice el Opus Dei....) Ahora son de consumo interno, claro. Y quizá por eso, y aunque nunca dejaron de editarse y consumirse, lo hacían en más pequeñas diócesis...... ¿Qué pasa ahora, entonces? ¿Cómo nos va a revolver -nos está revolviendo- esta llegada de vuelta? ¿Con qué tiene qué ver la vuelta del erotismo, cuando el "rearme moral" va obligando por vías oblicuas a la sociedad civil? Como ejemplo, la propuesta de ley de Gallardón sobre el aborto. Osea, sobre su repenalización. 

 

Mira, no lo sé. Es verdad que ahora, como entonces, volvemos a andar de "abajo firmantes", como las más de mil mujeres de la cultura que, hasta ahora, hemos firmado un manifiesto en contra de esa ley. Que no es, desde luego, el único que está circulando. Que si entonces íbamos a conquistar las libertades, ahora vemos cómo las vamos perdiendo. Y que, seguramente, en estas agonías, la lliteratura erótica pone algunas cosas en su sitio..... No lo sé, la verdad. Pero ahí lo dejo, porque habrá que pensarlo. Esta, y otras cosas.

 

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