Eran
otros tiempos, sin duda, pero ahora,
Pedro J. Ramírez ha sido cesado de su puesto y ha
acusado al propio
Mariano Rajoy de estar detrás de la decisión tomada de forma
unilateral por los auténticos dueños del diario El Mundo. Lo ha dicho Pedro J.
en la Cope, amén de en su despedida ante los trabajadores del diario madrileño
y que en parte recoge el editorial de El Mundo de este viernes. Pero esta
declaración del periodista no ha sentado nada bien, claro está, en el Palacio
de la Moncloa.
La
cuestión se suscitó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en la
que se preguntó a la vicepresidenta
Sáenz de Santamaría sobre tales
afirmaciones de Pedro J., ya que de confirmarse serían gravísimas, porque
denotarían injerencia del poder político en la libertad de prensa. Pero como
era de esperar, la vicepresidenta no sólo negó la mayor, sino que parece que
pasó a un sutil contraataque:
"El Gobierno no interviene en decisiones
empresariales que toman sus directivos para la buena marcha de las empresas".
¿La
buena marcha de las empresas? ¿Significa que Pedro J. era un mal gestor? ¿Es lo
que piensa el Gobierno de Rajoy? Son preguntas sin respuesta, porque Sáenz de Santamaría se enrocó en esta línea argumentativa: "El Gobierno respeta
las decisiones empresariales en cualquiera de los ámbitos, y también en los
medios de comunicación".
Ante la insistencia periodística, se limitó a decir que "el Gobierno respeta a
todos los directores y periodistas en su tarea de comunicación. Tienen todo
nuestro respecto". Ahora bien, ¿es la vicepresidenta una de las responsables
del Gobierno que le ha mando mensajes de apoyo a Pedro José Ramírez? La número
dos de Rajoy nos deja con la duda: "No acostumbro a contar mis comunicaciones
privadas". Es decir, cero grados: ni frío ni calor.
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