Un total de ocho cuerpos han sido hallados hasta el viernes bajo el lodo de un alud que sepultó un pueblo en el empobrecido estado de Chiapas, en el sur de México, dijeron las autoridades.
El desastre ocurrió el domingo cuando un cerro reblandecido por las fuertes lluvias se desplomó sobre el río Grijalva, en el sureste mexicano, generando una enorme ola que cubrió el pequeño pueblo de Juan de Grijalva.
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Las labores de rescate continuaban en busca de otros 18 desaparecidos entre las toneladas de barro y piedra que se prolongaban por un kilómetro.
El Gobierno del estado reportó en un boletín en su página de Internet que el jueves fueron hallados "los cuerpos sin vida de cuatro personas, tres del sexo masculino y uno del sexo femenino".
Las otras víctimas habían sido localizadas días antes.
El deslave cortó el cauce del río y dejó bajo el barro al poblado de endebles casas de madera.
La búsqueda de los desaparecidos continuaba también con helicópteros y con lanchas por el río Grijalva, donde buzos trataban de encontrar a la gente reportada como desaparecida por sus familiares.
El deslave ocurrió en una zona remota y muy cerca de la frontera con Tabasco, azotada también por inundaciones y donde el desborde de varios ríos ha dejado al menos tres muertos y cientos de miles de damnificados.
****Refuerzan búsqueda de desaparecidos por alud
El Sistema Estatal de Protección Civil, con apoyo de las secretarías de Marina y la Defensa Nacional (Sedena), intensifican la búsqueda de los desaparecidos por el alud en la localidad Juan de Grijalva, donde se han recuperado ocho cuerpos.
En ese sitio prevalece la desolación, mientras sus habitantes albergados en la cabecera municipal de Ostuacán esperan que aparezcan sus familiares, que habrían quedado sepultados por el alud.
Las comunidades aledañas también viven en la incertidumbre, tanto las del municipio de Ostuacán como las de Juárez y Pichucalco, que perdieron equipos de pesca y producción con un valor de dos millones 166 mil pesos, de acuerdo con una valoración preliminar.
En este sentido, el secretario estatal de Pesca, Gabriel Gutiérrez Ávila, sostuvo que la actividad económica de esas comunidades cambiará drásticamente, en virtud que serán reubicadas de las márgenes del río Grijalva, pues dependían de la pesca para consumo y comercialización.
Expresó que la sociedad cooperativa denominada "Dique Uno", compuesta por las comunidades de Juan de Grijalva, Sayula, Salomón González Blanco, Rómula Calzada y La Herradura, prácticamente tienen un mes sin pescar, debido a las condiciones de la zona.
Dijo que debido a la incertidumbre generada por la inestabilidad del suelo por las intensas lluvias que han ocurrido en la región, se ha visto afectada esta actividad.
En entrevista, expuso que los pescadores perdieron parte de su equipo de enfriamiento, un centro de acopio, embarcaciones, motores, arneses de pesca y dos toneladas de producto.
El funcionario estatal indicó que la situación es incierta para estas comunidades, primero porque permanecen a la expectativa de los trabajos de búsqueda, y segundo porque esperan la reubicación en sitios seguros ofrecidos por el gobierno del estado.
Reportó que en los municipios de Tonalá y Pijijiapan, los sistemas lagunarios El Portón y El Fortín también sufrieron afectaciones por azolvamiento, aunque las pérdidas no se han cuantificado debido a que en breve se realizará un diagnóstico para conocer la magnitud del daño.
"Lo cierto es que se requerirán recursos adicionales al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para recuperar la actividad deteriorada por las lluvias", abundó.
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