El sindicato denuncia la situación que dice ha sido "creada en nuestra sanidad, como consecuencia del aumento de las jornadas de trabajo, los recortes salariales, el creciente deterioro del ambiente laboral, los despidos injustificados, las amenazas y las coacciones constantes, que provocan serios problemas en lo que debería ser una asistencia sanitaria de calidad y una evidente falta de respeto para la dignidad necesaria de profesionales y pacientes".
Un duro comunicado de CSIF que propone "el fin de la asunción de los desplantes permanentes de la administración regional y que los ciudadanos y los trabajadores de la sanidad se unan para evitar la degradación evidente de nuestra sanidad y la precaria atención que se presta a los usuarios de la misma".
La "ignominia y la infamia" como métodos de gestión
En su denuncia, afirman que los responsables de la sanidad "obligan a los facultativos a trabajar con agendas de pacientes sobrecargadas, que impiden dedicar el tiempo mínimo indispensable para poder prestar una asistencia decente, adecuada o de calidad". Un paciente precisa entre 30 y 45 minutos para ser atendido convenientemente, pero los protocolos actuales obligan a diagnosticarlo y tratarlo en 10-15 minutos. Incluso se llega a citar a varios pacientes a la vez, algo que CSIF califica de "indigno e inaceptable en el siglo XXI".
La Consejería de Sanidad, siempre según este sindicato, ha informado a los profesionales que se disminuyen los presupuestos en personal, bienes y servicios y farmacia, aunque falta por definir las partidas de las que se va a recortar. Algo que, aseguran, crean una incertidumbre general "ante la posibilidad real de que se despida a más profesionales, se bajen aún más los sueldos, o se apueste por la ignominia y la infamia como métodos de gestión habituales en la sanidad de la provincia de Toledo y de Castilla-La Mancha".
La última ocurrencia, lamentan, "pasa por plantear jornadas de 12 horas como medida estelar para reducir las listas de espera, obligando a los sanitarios a trabajar a destajo y tratando a los pacientes como ganado, sin tiempo para historiarlos, explorarlos, etc.... Parece que la nueva gestión quiere convertir nuestros hospitales en un ambulatorio de la Seguridad Social de los años setenta".
Para CSI.F el problema radica en que para no cometer mala praxis el profesional se ve obligado a solicitar pruebas complementarias, lo que encarece y alarga indefinidamente el proceso. Así no se soluciona el problema de salud al paciente, sino que se demora con las consiguientes complicaciones derivadas del tiempo transcurrido.
Finalmente,el sindicato cree que lo ocurrido en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo "es la consecuencia final de lo que estamos denunciando y la única manera de evitarlo es que profesionales, usuarios y pacientes nos unamos y trabajemos juntos para conocer todo lo que pasa y poner los medios oportunos para evitarlo".
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