www.diariocritico.com
¿Pretenden hacer negocio a costa de los auxiliares de geriatría?

¿Pretenden hacer negocio a costa de los auxiliares de geriatría?

martes 04 de marzo de 2014, 10:41h

Emprender una actividad empresarial o montar un negocio, más hoy en nuestros días, es digno de elogio e incluso de tener una dosis de valentía, por supuesto, siempre que el mismo transcurra por los cauces legales. Y donde, aparte del beneficio empresarial, el aporte de riqueza a la sociedad, traducido entre otros en puestos de trabajo, tiene que ser uno de los elementos fundamentales.

Pero el problema nos los podemos encontrar cuando se pretende hacer negocio a costa de los derechos de los demás, es decir, a costa de nuestra salud, de nuestra educación, de nuestros mayores, incluso, de las enfermedades de nuestros hijos. Como por ejemplo con las personas en situación de dependencia.

Algunos no contentos con meter sus indecentes incisivos en la tarta de derechos de los ciudadanos, van más allá e intentan meter otro bocado. En este caso a costa de los auxiliares de geriatría, o lo que es lo mismo, a costa del esfuerzo y trabajo de estos grandes y necesarios profesionales. Y donde el Estado se va a convertir en el aval y cómplice de ello.

Hace unos días denuncié una situación en la cual se les va a exigir a los auxiliares de geriatría un certificado de profesionalidad. Un trámite que podría ser tan sencillo como el presentar los certificados de empresa que avalan dicha profesionalidad en el tiempo. Sin embargo, nos encontramos con una situación, que lejos de pretender que vaya encaminada a demostrar dicha profesionalidad, va presuntamente encaminada a que algunos hagan negocio. Y tal y como expuse se les va a obligar, si es que quieren seguir trabajando en sus empresas, a sacarse dos cursos, uno encaminado a lo académico y otro a lo profesional.

Si analizamos los dos cursos que se les exigen, aparte de que esta situación no tiene ni pies ni cabeza, nos daremos cuenta de que esta presunción de hacer negocio a costa de ellos puede ser toda una realidad. Respecto al curso académico (gratuito), que va dirigido para las personas que no tengan la ESO o equivalente, los que se han ido apuntando han recibido el siguiente mensaje o similar: " Ha sido preseleccionada su solicitud para el curso FPCI/2013/045/042 - Competencia Matemática N2. Teléfono de información 925.....". Y a través de un contacto telefónico, o mensaje, el día en el cual se tenían que presentar para dicha preselección. Una vez han acudido, y si han sido seleccionadas (me imagino que lo harán con todos), se les ha comunicado la duración y temática del curso. Y justo en este punto podemos observar dos graves situaciones, ya que van a tener que asistir durante casi tres meses cuatro horas diarias de lunes a viernes, lo que va a llevar a lo siguiente:

1º.- Un auxiliar de geriatría que tenga el horario de mañana en su centro de trabajo, y que entre de 07:00 a 15:00 horas, tendrá que volar literalmente para llegar a su casa comer e irse al curso que le darán de 16:00 a 20:horas. Todo ello con el añadido de la desatención de sus hijos, incluso, de la desatención de todas esas personas en situación de dependencia o discapacidad que puedan tener a su cargo. Llegar a casa preparar la cena y estar dispuesta para levantarse al día siguiente a las 5 y media de la mañana para atender a personas mayores y en situación de dependencia. Esto día tras día durante casi tres meses con la repercusión física y mental que les va a suponer.

¿Con qué materia prima se cree el PP que trabajan estas auxiliares?.

2º.- En el caso de que tengan horario de tarde o noche nos encontramos con algo que agrava todavía más la situación, puesto que una auxiliar que entra de 15:00 a 23:00 horas deberá acudir al curso, por ejemplo, de 10:00 a 14:00 horas, irse volando a comer y acudir a su trabajo, o lo que es lo mismo, unas 16 horas de tensión diaria. Y todo esto solo repercute en una lamentable situación, que no es otra, que la presión a la cual van a ser sometidos estos trabajadores puede llevar a la inadecuada atención de la materia prima principal de su trabajo..."personas mayores y dependientes". Por supuesto, donde la culpabilidad de dicha situación ni es suya ni de su profesionalidad y tampoco de los gerentes de las empresas a las cuales pertenecen. Simplemente hay un culpable que se resume en dos letras..."PP".

Y no hay que olvidar que en muchos centros la escasez de personal está a la orden del día y esto incrementa gravemente más la situación.

Cada uno es muy libre de pensar y actuar como crea conveniente, pero yo lo tengo muy claro, y si fuera familiar de un usuario, ante esta situación, me plantearía muchas cosas, porque ante todo me importaría el bienestar de mi familiar.

En este punto, tal y como me pregunté hace unos días, me sigo preguntando lo mismo:

¿Va a exigir el gobierno que obtengan el certificado de profesionalidad a los que obligan a los demás a obtenerlo?

No estaría mal, más bien sería predicar con el ejemplo, encontrarse en alguno de estos cursos con Rajoy, algún consejero y alcalde aprendiendo inglés o gestión económica.

Yo soy férreo defensor del sufragio universal, tal y como dejé patente y de forma contundente en mi último artículo de opinión, pero ante todo soy defensor de los derechos humanos, y el exigir a los demás desde una posición de poder lo que no no se aplica ese poder a  sí mismo es, indiscutiblemente, romper dos de los derechos humanos más fundamentales que tenemos..."igualdad y justicia".

Y he querido volverlo a recalcar para que algún defensor de estos mismos derechos humanos, muy crítico y sabiondo él en las redes sociales, sepa al menos lo que defiende y no ande perdido por la vida de Dios. Porque es muy curioso el defender los derechos humanos, incluso pertenecer a esa gran e indispensable asociación, y no tener el conocimiento que la igualdad y la justicia son dos de los fundamentales.

En cuanto al curso socio sanitario, el que realmente va dirigido a la profesionalidad, poco que añadir, bueno más bien lo fundamental, ya que aparte de que es con el que se consigue el ansiado certificado de profesionalidad, al parecer va a costar en el mejor de los casos 400 euros (dado para sus afiliados a través del convenio de una organización) y en el resto de los casos alrededor de los 1.000 euros. Esto lo podríamos resumir en dos frases a elegir dependiendo de la semántica que le guste más a cada uno:

1ª.- "los auxiliares de geriatría para seguir trabajando van a tener que pagar dinero de su bolsillo"

2ª.- "o pagas o a la puta calle".

¿Están haciendo negocio con los auxiliares de geriatría?. Como he dicho anteriormente, cada cual es libre de pensar lo que crea conveniente.

Aprovecho para recordarle al director de mayores y dependencia, David García Ferrer, la reunión que en base a todo esto le solicitó hace unos días la plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha a lo cual contestó que la tendríamos con la responsable en la materia, Paloma Barredo, y que solo hacía falta concretar fecha y hora. Aun así, espero que no olvide el director de mayores que en toda esta situación hay personas implicadas que son trabajadores/ras con discapacidad reconocida e incluso con hijos con discapacidad, y que hacerles pasar por todo esto les pone en una situación bastante complicada. Aunque tengo la confianza de que esos 5.000 euros que en su día me dijo personalmente que ganaba...."sean merecidos".

"La buena política es la que se basa en la sencillez de las medidas para el bien común de la sociedad, y no, la que está basada en intereses partidistas, ideológicos y para satisfacer la excelencia de algún ministro que en lugar de usar la educación y lo académico para lo que se debería usar, lo usa para que algunos en este país se llenen los bolsillos a costa de los que menos o nada tienen".

Enrique Rivas Diaz

Portavoz de la plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en CLM

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios