Diego Galaz y Jorge Arribas, decenas de instrumentos con el lenguaje del alma hecho armonía y que suena Fetén

Si es difícil tocar multitud de instrumentos, más difícil es hacerlo bien, remover las fibras sensibles de quien los escucha y disfruta o, como ellos mismos presumen -con razón y argumentos- "el lenguaje del alma hecho armonía". Todo ello lo muestra y demuestran estos dos geniales intérpretes, Diego Galaz y Jorge Arribas, con una amplísima trayectoria profesional -y, claro, vocacional- destacando su etapa como componentes de otro grupo mítico, 'La Musgaña'.

Y ahora nos presentan su nuevo disco, 'Bailables' -con concierto de presentación este sábado 8 en la también mítica sala Galileo Galilei- y bajo la producción de Carlos Raya, que ya es una garantía. Y mucho más si cuenta con las colaboraciones de sonoros nombres, destacando Nacho Mastretta y Kroke, entre otros. Como en su anterior disco, ha vuelto a editarlo de forma independiente mediante micromecenazgo y está inspirado en la música popular de baile que les ha acompañado desde sus comienzos.

La historia de estos dos 'pichones' que forman Fetén Fetén es mucho más que el proyecto musical de Jorge Arribas y Diego Galaz, "es el lenguaje del alma hecho armonía". Sus primeros compases se escuchan en 2009 en la necesidad de estos músicos burgaleses de poner banda sonora a sus influencias y recuerdos. Y es que la música de Fetén Fetén es una ruta por la memoria de nuestras raíces y tradiciones. 
 
Dominio de todo tipo de ritmos y bailes

Sus composiciones nos guían, a ritmos de baile, por fox-trot, vals, chotis, seguidillas o habaneras, meciéndonos con sus acordes por la Península Ibérica y haciéndonos volar de Italia a Japón o de Argentina a Portugal.

Y ahora viene lo bueno, o lo mejor, el increíble listado de instrumentos que dominan estos musicazos, se insiste. Así, Diego Galaz toca violín, violín trompeta, phonoviolín, serrucho, mandolina, gaviotas y... vacas -sí, han leído bien, vacas. Mientas que Jorge Arribas se 'conforma' con: acordeón, vibrandoneón, flauta travesera, metalófono, castañuelas y... cencerro -sí, han leído bien, cencerro-.

Dan ganas de ir a verlos en directo, donde ofrecen un repertorio de sensaciones a través de sus dos discos "Fetén Fetén" (2011) y el actual "Bailables" (2014) en una fusión perfecta con el público. Porque su entusiasmo se transmite en cada concierto,desde auditorios a plazas de pueblos, emocionando a niños y mayores. Donde su música habla, sobran las palabras.De momento, en la madrileña Galileo Galilei, pero habrá más, no sólo en España, también en otros países, como puede consultarse en su web.