El número de emprendedores ha aumentado en 2013 a pesar de la persistente crisis. Según el informe realizado por la
Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha
surgido una media de 54 nuevos emprendedores cada día a lo largo del
pasado año. Esta cifra da cuenta del empuje creciente de este colectivo
que constituye ya en España un grupo de más de tres millones de
personas. La coyuntura económica y el transcurso de la dura crisis
económica no han podido contra el espíritu aventurero de los
emprendedores que, ante la imposibilidad de encontrar un trabajo por
cuenta ajena, optan por poner en marcha su propia empresa y así
reincorporarse al mercado de trabajo.
Claves sobre cómo emprender un negocio
Ser emprendedor conlleva riesgos y coraje, sirvan estos diez consejos
básicos como ayuda para emprender un negocio y arrancar una empresa.
Analizar el sector, tipos de clientes y conocer el mercado en profundidad.
Estas tres premisas son fundamentales a la hora de embarcarse en un
proyecto empresarial. En definitiva, realizar un estudio de mercado
exhaustivo.
Encontrar los inversores y socios ideales que no sólo
busquen rentabilidad económica sino que sirvan también de asesores y,
mejor aún, conozcan el sector de la empresa y puedan abrir puertas. En
este sentido, el negocio puede prosperar con mayor rapidez y facilidad.
Debe quedar claro el papel del emprendedor y los inversores en la empresa.
Si alguien invierte en el proyecto no tiene porqué quedarse con una
parte del mismo. Es importante delimitar el valor de las cosas y tener
en cuenta que el emprendedor, independientemente del dinero que haya
invertido, es el que ha tenido la idea y se ha esforzado por sacarla
adelante. Por ello es necesario valorar el negocio argumentando, a
través de datos contrastables, cada aspecto del mismo. Hay que
cuantificar todo lo que el emprendedor ha aportado -ha dejado su trabajo
con un sueldo determinado, ha asumido un riesgo económico, está en
juego su reputación como empresario...-.
Contratar a trabajadores y profesionales con talento. Ocurre que no siempre es posible pagar la profesionalidad por lo que
existen modos de colaborar, no dinerarios, con las personas necesarias
para sacar adelante una idea de negocio -ofrecer una participación en
acciones hasta que todo marche, por ejemplo-.
Tener amplitud de miras. No es nada conveniente
quedarse sólo con la idea inicial ya que puede evolucionar. Es
recomendable abrirse a nuevas posibilidades de negocio que puedan surgir
y quizás, lo que en un principio era el eje central de la empresa puede
convertirse en una línea de negocio secundario, dando paso a otra
actividad que aunque inicialmente no era prioritaria, adquiere
protagonismo inesperadamente.
Escuchar a los expertos del sector. Constituye una
ayuda inestimable intercambiar impresiones con los profesionales que
conocen la línea de negocio desde todos sus flancos. Buscar
asesoramiento e información de primera mano es una buena base para
empezar.
Fijarse en la gente del entorno puede ser de gran
ayuda en el momento de emprender un negocio. A veces se ignora el
potencial de las personas que nos rodean. No está de más valorar a
conocidos y allegados que pueden empujar la empresa al éxito.
Evitar tener gastos fijos al principio. Cuando
arranca una empresa el capital inicial tiende a ser pequeño, mientras
las opciones de gastos son grandes. Por este motivo, con un presupuesto
limitado hay menos probabilidades de hacer inversiones de capital y hay
que saber anticipadamente qué inversiones son prioritarias y cuáles no.
Cerciorarse de los cobros. Es muy corriente que con
la crisis económica muchos clientes se retrasen en sus pagos. Es
necesario perseguirlos sin amedrentarse para que abonen lo adeudado.
Preveer las posibilidades de supervivencia
poniéndose una meta temporal y prestar mucha atención a los flujos de
caja -dinero que entra y sale-. Hay que calcular cuánto hay que ganar
para no perder dinero. Es decir, analizar cómo convertir los ingresos y
los gastos en cobros y pagos, respectivamente.
Ayuda a emprendedores
El acceso a capital por parte del emprendedor es prioritario y
fundamental al iniciar un proyecto empresarial. Algunas entidades
financieras se dedican a ello como ocurre con las
Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) que facilitan el acceso al crédito a las pymes.
Madrid:
Aval Madrid, Fianzas SGR,
Transaval, Audiovisualsgr
Barcelona:
Avalis
Toledo:
Aval Castilla La Mancha
Valencia:
SGR
Valladolid:
Iberaval