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Mis discrepancias con Adolfo Suárez y su herencia

Mis discrepancias con Adolfo Suárez y su herencia

lunes 24 de marzo de 2014, 18:47h
DEMOLIÓ EL EDIFICIO DEL FRANQUISMO E IMPULSÓ LA LLEGADA DE LA DEMOCRACIA: España llora a Suárez, piloto de la Transición. Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la democracia, falleció ayer en Madrid después de once años de larga enfermedad. La clase política, con el Rey al frente, y la sociedad española en su conjunto, lloran la muerte del artífice de la Transición. Estos son más o menos los titulares, incluso se habla de que se unen derecha e izquierda, ante tan luctuoso  suceso y se va a denominar a Barajas, aeropuerto Adolfo Suarez. Los panegíricos en todas las televisiones y en las ediciones especiales de los periódicos son parecidas y aun afirmando que lamento la muerte del hombre, y les doy a su familia las más expresivas condolencias, no puedo estar más en desacuerdo, con este aprovechamiento de la circunstancia que toda la "Casta" en bloque, incluyendo Sindicatos y casa Real hacen de la muerte de quien dirigió la Transición, hacia esta falsa democracia que como herencia suarista nos alberga, y de la que utilizan el suceso, para lavar la cara de una Constitución  y un devenir de la Nación, que lo único que tiene de ejemplar es no haber revivido la guerra civil, como cabía esperar en 1975.

    La verdad es que España habría podido ser otra, en 1976, si el Rey no hubiera encargado a dedo a Adolfo Suarez, la jefatura del Gobierno. Una España más parecida a las otras naciones europeas, que tienen partidos, de extrema derecha, democristianos, liberales, socialdemócratas, socialistas, comunistas y marxistas, formando una arco parlamentario multifacético, más cercano a la realidad de las ideologías predominantes en el Siglo XX, en vez de dos partidos hegemónicos, con el complemento absurdo, de partidos nacionalistas decisivos en la política del país, sin la más mínima democracia interna, una España corrupta hasta decir basta, y cuyo origen está precisamente en la hoja de ruta que el Presidente Suarez emprendió, cuando hizo hacerse el harakiri a las cortes franquistas, lo que estuvo bien, pero dejo de estarlo, cuando decidió aprovechar la circunstancia para gobernar el País al frente de un  partido que no había creado él, la UCD, y que de hecho  se había creado con otros objetivos, los de ser una coalición electoral, que hubiera dejado paso más tarde a sus partidos constituyentes, democristianos, liberales y socialdemócratas. Haciéndolo así, condenó a estos a su desaparición, por cuarenta años, en vez de la razonable consolidación que hubiera hecho otra España diferente. De hecho cuando venga, que llegará, la demolición de "La Casta", habrá que reinventarlos para que una autentica democracia se instale en España.

        He dicho mis discrepancias, pues personalmente fui el impulsor y creador del Centro Democrático, luego UCD, desde mi puesto de secretario General del Partido Liberal en 1976, y por lo tanto soy responsable de haberme dejado arrebatar esa bandera en abril mayo de 1977, para que existiera un partido difuso y desordenado llamado UCD, partido único sin ideología especifica, trufado de "azules" dirigido por Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suarez y que llevaba en su fuero interno, el cáncer de su propia destrucción, al intentar sin conseguirlo, que se limitaran las libertades ideológicas, como después lo conseguiría, "a la fuerza ahorcan" el Partido Popular, en el que por lo visto solo había una liberal: Esperanza Aguirre, y también el PSOE que se comió a los socialdemócratas de Fernandez Ordoñez, hasta su total desaparición o los Nacionalistas que no se sabe muy bien lo que son, ni creo que lo sepan ellos.

     Efectivamente como Sociólogo, una vez constituido formalmente el partido Liberal el 9 de abril de 1976, hice una encuesta electoral para ver que opinaban los españoles, recién salidos de la dictadura sobre las opciones liberales, democristianas y socialdemócratas, que se habían conformado en la Platajunta, y que aunque no muy numerosas en afiliación, eran moderadas por definición,  respecto al resto de ideologías marxistas o de extrema derecha. El desconocimiento de su contenido y significado eran supinos, y por tanto se podía prever un futuro descalabro electoral, por lo que analizando los estudios de FOESSA, se observaba que lo que estaba claro era una posición geográfica de derecha-izquierda, por lo que mi deducción fue crear un Centro Democrático provisional para ir en coalición. Lo propuso así, el entonces presidente de mi partido Enrique Larroque, el 22 de Junio de 1976 lo que se puede comprobar en las hemerotecas. Desde entonces hasta noviembre del 76 se suceden reuniones de los partidos democristianos(  Ruiz Giménez, Gil robles, Cavero, Alvarez Miranda, Alberto Monreal) los liberales (nosotros, Joaquin Garrigues, Satrustegui y Camuñas) y socialdemócratas (Francisco Fernandez Ordoñez) con la clara intención de constituir la coalición, hasta el 12 de noviembre de 1976 en que la oposición moderada reunida en nuestra sede de la calle Marqués de Cubas 12, propuso negociar con el Gobierno digital de Adolfo Suarez, cara a posteriores elecciones. El 28 de Noviembre, tuvimos nuestra 1ª Asamblea Nacional, a la vez que se celebraba una "cumbre" de toda la oposición en el despacho de Tierno Galván, para plantear la negociación con  el gobierno, en la que aparecieron, siendo silbados por la mayoría de los asistentes,  los dirigentes un nuevo "Partido Popular", Pio Cabanillas,  Juan Carlos Guerra Zunzunegui y Jose Pedro Perez Llorca. Se impuso Tierno diciendo que en su casa no silbaba nadie a un invitado y fue así como los primeros tecnócratas, procedentes del franquismo moderado se sumaran a la oposición, hasta entonces más bien radical.

     Al Partido Popular, presidido por Jose Mª de Areilza le gusto la idea del Centro Democrático y el 28 enero de 1977, se produce la firma de un documento de Coalición del que se excluyeron Ruiz Giménez y Gil Robles, en el despacho de Ignacio Camuñas y posteriormente en el nuestro y se planteó la idea de presentar públicamente la coalición, por lo que se me nombró Presidente del Comité de organización. Lo que ocurrió en Alicante, el 3 de Abril de 1977 en el teatro Principal, rebosante de público,  financiado inicialmente de mi bolsillo, (me costó mucho trabajo cobrar la alícuota a los líderes de los partido) y con una gran repercusión en Televisión y Prensa. ¡Mira por donde!, Adolfo Suarez fijó en el Centro Democrático, su mirada de águila y complotó con Pio Cabanillas, para que Areilza renunciara y se fuera, y se puso al frente de la Coalición  llamándola UCD, anunciándonos el desembarco unos pocos "azules", a su frente Rodolfo Martin Villa, Ministro de la gobernación, luego resultaría mayoría, mientras íbamos perdiendo, salvo los lideres, protagonismo el resto. Intenté hasta seis veces infructuosamente, que Adolfo Suarez mantuviera la estructura de coalición ideológica lo que me negó hasta el mismo día de presentación de las candidaturas,  motivando mi dimisión del nº 1 de la candidatura de Alicante y mi separación definitiva de la política de partidos. Le advertí, del desorden que tendría dentro, lo que después de ganar las elecciones no tardó en ocurrir entre las "marcas "y los "azules" etc. Contrató a mi empresa para arreglarlo, le hice un congreso, su libro Blanco "La Solución a un reto", pero no tenia solución, en enero de 1981 dimitía, ocurría el 23F, y se desmorono el edificio apuntalado por Landelino Lavilla y Leopoldo Calvo Sotelo obtuvieron 1.425.093 votos (6,7%) y 11 escaños, perdiendo 157 diputados respecto las anteriores elecciones. Se acabó el Adolfo Suarez de la Transición, lo del CDS es ya otra historia

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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