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Historias ejemplares

Alfonso Pedragosa, un dios laico del 'Maná' alimenticio y cultural

Alfonso, a la izquierda, entrega un trofeo al torero David Mora
Alfonso, a la izquierda, entrega un trofeo al torero David Mora
lunes 28 de abril de 2014, 08:11h
Si Dios alimentó a su pueblo durante cuatro décadas -Biblia dixit- en su travesía por el desierto con el maná, Alfonso Pedragosa lleva ese mismo tiempo con sus continuos emprendimientos -antes de que se inventaran y/o se pusieran de moda- relacionados con la restauración. Ahora al frente de su restaurante Maná, de Alpedrete, en el que, este personaje tan original como sus platos oficia también de mecenas cultural.
La vida de este mecenas tipo los míticos Médicis florentinos daría para una novela de muchos capítulos y páginas, aunque siempre con el denominador común de su dedicación a la cultura en general y a la restauración en particular. Sin olvidar su etapa en la política local de Alpedrete, con responsabilidades en todo lo relacionado precisamente con la cultura, pero que dejó porque, poco después de la Transición, este mundo de la política cada vez le gustaba menos: "Hay enfrentamientos partidistas y ya no se piensa en el bien común". 

De ahí que Alfonso Pedragosa, tras un paréntesis en Colombia, regresase de nuevo a Alpedrete con las pilas cargadísimas y volviera, entre otras cosas pero fundamentalmente, a la empresa de la restauración en la que no se queda en los despachos o en la teoría, sino que se enfrasca en todo -creatividad cocinera incluida-, aunque dado su don de gentes y su cercana simpatía, la mayor parte del tiempo la pase atendiendo -y, claro, sirviendo- a los clientes.

Por cierto, siempre con su filosofía eterna: se puede ofrecer calidad y variedad a precios asequibles incluso en el menú a diario, para con ello obtener beneficios que permiten ampliar plantilla directamente o montar iniciativas culturales que también propician contrataciones. Y con  otro denominador común, que siempre le ha acompañado -"y en estos tiempos de crisis es más necesario que nunca", expresa-, su "eterna ilusión". La que le ha dado, le da y le dará la oportunidad de diseñar su labor profesional y su vida: "Y, a la vez, poder dar trabajo". 

De momento, en Maná, a cinco personas, tras su último fichaje en el restaurante; un número que tiene pensado ampliar si cuajan una serie de iniciativas no relacionadas directamente con la restauración. Pero que algunas de las cuales ya desarrolla en sus instalaciones, como escuela de ballet, desfiles de modas, recitales musicales y poéticos, mercadillos, tertulias de todo tipo -muy especialmente taurinas- y entrega de los premios que él mismo financia.

Los jóvenes emprendedores y la sociedad

Así logra que cada día sea diferente, que cada día le surjan ideas para mejorar y no perder la ilusión, para estar constantemente renovándose. Y, por otra parte, cual estima, "saber que de alguna forma eres responsable de las familias de tus trabajadores, que es una carga moral y real enorme". De ahí que Alfonso Pedragosa también tenga claro que es menester estar siempre a un nivel competitivo, lo que significa "una continua renovación para finalmente llegar hasta donde la salud permita".

Como es lógico, no todo ha sido un camino de rosas y se ha encontrado con algunos problemas para emprender, en lo que afecta a su negocio directo de la restauración y a los indirectos de las demás iniciativas, siempre con los papeles en regla. Ya que acusa a las administraciones locales de dejar mucho que desear, "de no entienden las dificultades que realmente vive un autónomo, e incluso las hay que ven al emprendedor como un defraudador".

Unos problemas que puntualiza, en la que califica como "humilde opinión personal", en que con todos los casos de ayuda deficiente que se han dado, servirían para hacer un documental en el que mostrar "el tremendo desastre que existe en las ayudas al emprendedor". Aunque no por ello se desanimó nunca e invita a la gente a que luche por lo que quiere, porque es posible conseguirlo. Aunque les advierte de que "no basen su emprendimiento en ningún tipo de ayuda".

Lo que en román paladino y como consejo final resume en que no intenten ganar dinero a corto plazo y sí en "hacer del cariño y el mimo el ingrediente mas importante". Mucho más que los ingredientes en la cocina, aunque parezca un contrasentido. Un guiso virtual que debe servir para alimentar, no sólo el cuerpo, sino también "la ilusión con la renovación".

Ello significa en su sector y en todos los demás estudiarlo a fondo y comparar. Claro que, volviendo a su época de político ilusionado, estima que "no sólo los jóvenes emprendedores tienen que cambiar, que también, sino toda la sociedad" .Porque él sabe muy bien que es menester tener claro que "perseguir un sueño significa sacrificar muchas cosas". De modo que es fundamental no dejar de pelear, de cumplir meta a meta, de soñar sin importar su tamaño, Pedragosa dixit, y en definitiva y finalmente "conseguir que cada cliente se vaya un poco mas feliz". Y olé.


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