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'Snowpiercer (Rompenieves)': El Gran Hermano viaja en tren

'Snowpiercer (Rompenieves)': El Gran Hermano viaja en tren

viernes 09 de mayo de 2014, 20:14h
Esperaba mucho más de la primera incursión de Bong Joon-Ho en el idioma de Shakespeare, con dos películas tan interesantes a sus espaldas como 'The Host' y 'Memories of murder', se le podría pedir mucho más a este 'Snowpiercer' más allá de un gran espectáculo visual. Principalmente un guión que no hiciese aguas y una acumulación de escenas que parecen sacadas de otras películas e historias.
Y es que 'Snowpiercer' es una maravilla visual, tanto desde el lado de su diseño de decorados, como su coreografía de las escenas de acción pero, por ello mismo, es mayor la decepción que se siente al comprobar cómo su guión sigue paso a paso el libreto del futuro distópico y apocalíptico tantas veces visto. Tomando como fuente de inspiración una realidad puramente orwelliana, 'Snowpiercer' nos presenta un mundo congelado por un producto químico, cuya misión inicial era liberarnos del calentamiento global. Lo único que queda de la humanidad viaja en un futurista tren en el que se repiten todas las desigualdades de nuestro mundo, desde unos vagones de cola en los que viven los más desfavorecidos, hasta la locomotora donde se encuentra el particular Gran Hermano de este mundo, Wilford, creador del tren y cerebro de todos sus compartimentos.

Interesante planteamiento que, sin embargo, solo se convierte en una excusa para que, al igual que en un videojuego, los más desfavorecidos, liderados por Chris Evans ('El Capitán América'), vayan pasando pantallas (en este caso vagones) en los que desplegar un acertado ingenio visual. De poco sirven el humor negro, casi siempre a cargo de una Tilda Swinton que parece sacada de un capítulo del Flying Circus de los Monty Python, o la clase visual de Joon-Ho, a destacar la excelente pelea en el túnel, la película se dirige alocada hasta el descarrilamiento final por culpa de un guión que se preocupa tan poco de sus personajes como el propio Wilford.

Tampoco ayuda que muchas de sus escenas parezcan calcadas de otras, como el momento 'Oldboy' de Song Kang-ho o el momento 'Show de Truman' de Ed Harris. Al final pensé incluso que en algún momento le iba a caer un escudo al propio Evans y que Jaimie Bell iba a lucirse en plan 'Billy Elliott'.

En resumen, 'Snowpiercer' es una película disfrutable y que en su lógica de montaña rusa llega a ser, a veces, trepidante pero al final no impide que uno se pregunte que hubiese sido de la misma con un guión más sólido y menos lugares comunes.

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