'Lágrimas de cocodrilo': Los fijos
sábado 10 de mayo de 2014, 15:02h
A mí
este viernes, estratégicamente situado entre dos puentes, como dando cara de
normalidad a esta vida a la que ha llegado el verano, me parece un poco como
una jornada de reflexión.
Cuando llega esta estación,
con la piel verdosa del invierno deseando un poco de sol, y las terracitas más
o menos hipsters -que curioso el
reparto: completamente seguidas, en la plaza en la que yo tomo la copita de la
tarde, perro en ristre (literalmente: el Pibe está al final de su correa, y ésta
en mi muñeca o en mi codo), están la de los guiris,
la de los fijos, y la hipsters. Y se nota muchisísimo: no es
exactamente la ropa, no es exactamente las consumiciones, no es exactamente el
precio ni..... Bueno. Debe ser un proceso de selección inconsciente -no diré
natural porque nada hay de natural en un gintonic, por muy premium que te
ofrezcan gin y tonic, ni en una tertulia, por mucha cara televisiva que sonría
allí- pero hay algo en la gestualidad, en la actitud. Yo lo intento siempre en
la de los fijos (he dicho fijos: más o menos los de siempre) y si no, en la de
los alternativos, una muy pequeña, imperfecta,
enfrente. Y ya doy bastantes pistas! Pero claro, no siempre es posible, y los
municipales están a la que salta, y ya no te pueden poner un veladorcito de
cliente de toda la vida si no hay mesa.... Entonces me voy a la que hay, con un
cierto sentimiento de traición.
Una se pone de moda, y las otras tienen que hacer un esfuerzo
de....acomodo. Les confesaré que no sé qué libros están de moda ahora, qué
géneros, que....estilos. Y les diré que no sé si importa, salvo para una cronista
como es una. Como mero síntoma. Y que siempre tiene sus "fijos". Por ejemplo, cuando llega esta astenia
primaveral, regularmente todos los años, releo a Gerald Durrel, su Trilogía de
Corfú, y otros muchos animales, que tiene mil ediciones en Alianza y alguna
en Planeta, y sigo riéndome.
Les diré lo que tengo encima
de la mesa o en la pantalla de mi ordenador.
El primero, Donde la Tierra Firme
termina, la novela histórica de Enrique
Gomáriz, recién publicada por Sílex. Mira, esta es nueva, pero va a ser de
los fijos: estupendamente escrita, cuenta la historia de Vasco Núñez de Balboa,
el descubrimiento del Pacífico, y los dos mundos que van a cruzarse en esos
años que van del siglo XV al XVI. Aquí ve uno el mundo del que quería escapar
Vasco, los pasos que tiene que dar, y el mundo que encuentra, que ya vivía por
su cuenta y que nunca habla en estas novelas. Bueno, en esta si. Los indígenas con
voz. La presenta el historiador D. Manuel Ortuño Martínez, el lunes 12,
a las 7, en Casa de América, en un acto en que intervendrán el editor, Ramiro Domínguez, y el autor, Enrique Gomáriz.
Aquí tengo también otro fijo:
una nueva edición de El corazón de las
tinieblas, el novelón de Conrad
-ves, otro fijo, que no hace falta ponerle el nombre de pila, Joseph- ilustrado por Abraham Cruzvillegas y en una
traducción nueva, de Juan Sebastián
Cárdenas. Lo ha publicado Sexto Piso. Fue muy importante esta novela y me
pregunto -reflexión- qué les puede decir a los jóvenes ese oscuro mundo del
Congo Belga, es decir, de la propiedad privada del rey de Bélgica....Pero sé que
también tienen que leerlo. También ahí se cruzan dos mundos, también ahí hay
crueldad, oscuridad y....y un poco de heroísmo.
No sé si los y las hipsters están interesados en todas estas cosas. Pues ya ves:
deberían. Los fijos desde luego que si. Y crecen. Ahora, a las puertas de la
Feria del Libro -y qué revueltas andan ya las editoriales- caerán muchas y
sabrosas novedades. Para todos los gustos. Hablaremos.