Ana Isabel Diéguez ha señalado que las personas que tienen esta enfermedad, cuando ésta llega a un grado máximo, tienen limitaciones "muy importantes" y por ello no se pueden desempeñar ciertos trabajos y de ahí que haya hecho una serie de peticiones encaminadas a mejorar la calidad de vida de estos enfermos.
De esta forma, la presidenta ha recalcado que la sociedad está poniendo trabas, "aun a sabiendas de que somos un discapacitado más porque la fibromialgia es una discapacidad realmente abrumadora", ha dicho.
"No se puede comparara con otras enfermedades pero resulta inhumano que esta patología no se la considere como enfermedad y que haya facultativos que dicen que somos personas con depresión o desequilibrados", ha aseverado.
Según Diéguez, se reivindican una serie de derechos como la mejora de la atención sanitaria y el establecimiento de protocolos unificados que garanticen la igualdad en la calidad y acceso a los recursos y unas "prestaciones justas en los casos en los que estas personas que padecen la enfermedad no puedan trabajar", ha concluido.