Osasuna y Valladolid lloran su descenso a Segunda tras la última jornada de la Liga 2013/14

Osasuna se ha convertido en equipo de la Liga Adelante a pesar de vencer este domingo al Betis en El Sadar (2-1) en un duelo en el que Oriol Riera y Acuña hicieron los tantos locales, con lo que acompañarán a Valladolid y al conjunto sevillano a Segunda División tras trece temporadas como equipo de Primera.
   El conjunto dirigido por Javi Gracia intentó obrar el milagro desde el pitido inicial y salieron al césped con la intensidad que los aficionados rojillos les exigían durante las últimas jornadas. Cejudo se topó con Adán en la primera ocasión del duelo y más tarde fue Oriol Riera el que desaprovechó la oportunidad de adelantarse tras un mal remate de cabeza.
   Sin embargo en la siguiente jugada, Riera encontró la suerte que le había abandonado un minuto antes y pudo marcar el primer gol de los navarros, desatando el júbilo en la grada y dejando al equipo más cerca de la permanencia a la espera de los resultados de los partidos.
   La alegría de los aficionados rojillos estuvo a punto de acabar en tragedia cuando la valla del Graderío Sur se desplomó en medio de la celebración, provocando la caída de varias personas al foso. Esto provocó que el árbitro decidiera suspender momentáneamente el encuentro hasta que el club arreglara los problemas y volviera a proporcionar la seguridad necesaria para proseguir con el encuentro.
   Tras 35 minutos parado, Martínez Munuera decidió reanudar el encuentro. Los navarros no perdieron la intensidad inicial y aumentaron la distancia con el segundo tanto local, obra de Acuña tras una gran jugada de Roberto Torres.
   A la vuelta de los vestuarios, Andrés Fernández se vistió de santo tras evitar hasta en tres ocasiones las acometidas béticas por recortar las distancias en el marcador. Sin embargo, Osasuna no fue capaz de mantener la intensidad que demostró durante los primeros 45.
   Los resultados de Getafe y Almería no acompañaban a un Osasuna que cada vez se fue relajando más y que fue dejando al conjunto verdiblanco la pelota y las ocasiones más claras. Finalmente, esas ocasiones se transformaron en el gol bético, obra de Chica tras un gran disparo desde la frontal del área.
   El tanto de los béticos cerró el marcador de un Sadar que mantuvo sus esperanzas de permanecer hasta el final y que finalmente agradeció a sus héroes el esfuerzo de las últimas jornadas animando sin parar una vez acabaron los 90 minutos.

l Valladolid ha bajado a Segunda División tras caer derrotado (0-1) en el estadio José Zorrilla ante un Granada que ha sellado su permanencia en la Liga BBVA en la última jornada y con un tanto del pucelano Mitrovic en propia puerta.
   Con esta derrota, el conjunto de Juan Ignacio Martínez regresará a la Liga Adelante tras dos temporadas en Primera. Los pucelanos tenían la obligación de ganar a los andaluces y esperar otros resultados pero tampoco pudieron cumplir en casa. El Granada, por su parte, ha tenido que esperar a la última jornada de Liga para confirmar su salvación tras complicarse la vida la semana pasada en casa ante el Almería (0-2).
   El partido comenzó con el dominio pucelano, sabedor de que solo les valía la victoria para permanecer en Primera División, aunque los dos equipos creaban ocasiones de gol. En el 9, Javi Guerra falló un mano a mano con Roberto. Seis minutos después fue el camerunés Nyom quien pondría a prueba a su portero con un despeje contra su portería.
   Por su parte, el conjunto granadino también tuvo las suyas siempre protagonizadas por Brahimi, su hombre más desequilibrante. Cuando se iba a llegar al descanso sin goles en el luminoso, Piti centró tras una falta ensayada que inició Fran Rico y fue despejada por Mitrovic hacia su portería para adelantar al Granada 0-1.
DESESPERACIÓN PUCELANA TRAS EL DESCANSO   Tras la reanudación, el Valladolid se volcó sobre la portería de Roberto pero sin claridad y con la desesperación de saberse en Segunda. Los de 'JIM', que movió el banquillo con la entrada de Manucho y Osorio buscando más pólvora en ataque, perdieron muchos balones fruto del nerviosismo.
   Según iban pasando los minutos, los pucelanos llegaban a las inmediaciones de Roberto pero siempre la gran actuación del guardameta evitó que el Valladolid tuviera alguna mínima esperanza de remontar el marcador.
   Tras el pitido final y consumado el descenso local, las lágrimas aparecieron en Zorrilla. La imagen de tristeza vallisoletana chocaba con la alegría granadina que sellaron la permanencia con más sufrimiento del previsto a lo largo de la temporada.
FICHA TÉCNICA.