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Finito cumplió su función y pasó de puntillas.

San Isidro: un inspirado Talavante lo borda al natural y un impresentable Morante se ríe... del público

jueves 22 de mayo de 2014, 22:17h
Toros de MONTALVO, desiguales de presentación, con 5º chico; justos de fuerzas y mansostes aunque manejables excepto ese 5º, que desarrolló peligro. 4º, sobrero, de NÚÑEZ DEL CUVILLO, con trapío, manso y noble. FINITO DE CÓRDOBA: silencio tras aviso; silencio. MORANTE DE LA PUEBLA: silencio tras aviso; bronca. ALEJANDRO TALAVANTE: gran ovación y saludos; silencio. Plaza de Las Ventas, 22 de mayo. 14ª de la Feria de San Isidro. Lleno. Observaciones: Juan José Trujillo, subalterno de Talavante, se desmonteró tras parear al sexto.
  • Natural de Talavante al 3º

    Natural de Talavante al 3º
    Efe

  • Talavante se luce por chicuelinas en su quite al segundo de la tarde

    Talavante se luce por chicuelinas en su quite al segundo de la tarde
    Efe

Sinceridad frente a desvergüenza. Es el resumen de lo acontecido en esta primera corrida de los del clavel con un festejo de reventón taquillero cual corresponde con este su primer paseíllo de un improfesional Morante de la Puebla, sin musa, estética ni ética -que además ya no volverá al ciclo- y un entregado e imaginativo Alejandro Talavante, quien dejó el sello y vitola de los mejores naturales en lo que llevamos de un abono que ya con 14 festejos se acerca a su ecuador.

El extremeño es un coletudo de altibajos, ora vulgarote y desganado, ora desbordado de imaginación y creatividad. como el de este jueves, en el que sobre la base de estas dos cualidades echó la de la sinceridad, la del toreo sin trampa ni cartón frente al tercero, cuyo escaso celo empapó en los vuelos de su muletilla para llevarlo largo, muy largo, y templado, muy templado para rematar detrás de la cadera y enlazar con el siguiente pase. Así festoneó varias series con la zurda, citando de frente muchos de ellos, que estremecieron a la concurrencia.

También se lució en redondos y pases de pecho, a los que agregó lo que a su mente de artista se le ocurría en cada momento, con la guinda de diversos adornos en forma de trinchera, de la firma y del desprecio, exprimiendo al máximo al bicorne y siempre con mando: sin dejarle huir a su querencia a tablas. Es verdad que en algún momento no hubo acople, lo que unido a un feísimo pinchazo y dos descabellos dejó el balance estadístico en una atronadora ovación. Y la expectación a tope para su siguiente tarde el jueves 29.

Talavante, que también brilló con el percal a la verónica en este toro y en un quite por ajustadísimas chicuelinas de manos bajas en el primero de Morante, no pudo repetir jugada ante el que cerró festejo, que embestía con la cara alta y casi sin entrega, a pesar de lo cual, su matador le extrajo, de una en una, alguna suerte muy bella.

Zaragata bochornosa

La cruz la pegó un torpe y descompuesto Morante en el quinto, que no se sabe si su condición era similar en su nobleza a la de sus hermanos o fue cambiando a peor por la pésima lidia de la cuadrilla, a tono con el maestro ¿...? y los lanzazos de los dos picadores. Lo cierto es que el de la Puebla, fondón y con toda la jinda puesta, que ya casi se coge sólo al recibir con el capote al bicho, montó una zaragata bochornosa e impropia, en una especie de tomadura de pelo a la afición en particular y a la deontología profesional Fiesta en general.

Los morantistas que poblaban los tendidos, siempre en su defensa, y el resto del cotarro, al menos disfrutaron en el segundo de la tarde del otrora rey del cante hondo -bien diferente al cante que pegó este jueves- del escaso tesoro de dos verónicas cercanas a la magia -junto a dos trapazos jaleados como el 'summum' del toreo, por aquello de la sugestión-, y tres redondos sueltos, por acá y por acullá, en una faena o lo que fuera aquello cargada de dudas y sombras, pero mejor disimuladas que lo que tendríamos que aguantarle después. Qué pena esta pantomima de lo que fue Morante.

No, no me he olvidado del tercer coletudo. Que cumplió a la perfección el triste -pero productivo- papel que le han otorgado esta tarde y en otras -como la de José Tomás en su reaparición el 19 de junio en Granada-, hacer como que hace, no molestar ni a sus toros ni a las figuras que lo echan por delante, pasar de puntillas sin excesivo riesgo y tapándose con habilidad y astucia. Pongamos que se habla/escribe de ese Finito nacido en Sabadell y que se anuncia como de Córdoba.   
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