Susana Díaz realiza la mejor inversión en la marca Susana Díaz

Este miércoles hay pleno en el Parlamento andaluz y el jueves, sesión de control. Se acabó la estrategia de Juan Manuel Moreno Bonilla y del PP andaluz de centrarse en la dedicación parcial o, en su caso, la huida de Díaz a Madrid. Ahora, las huestes populares, dañadas y desmoralizadas tras el revolcón electoral del 25M en la región, tendrán que fabricar otro argumentario, por mucho que Bonilla asegure que la decisión de Díaz es provisional.


Escenario 1: Rubalcaba no crea una gestora y genera el caos

Después de los resultados de las europeas y, tras la paulatina pérdida de credibilidad de Rubalcaba, el todavía líder socialista decide anunciar su retirada y, a la vez, intentar dejarlo todo atado con un Congreso Extraordinario teledirigido. Muchos militantes socialistas esperaban que la dimisión fuera directa y que una gestora tomara el mando. Al menos, como se puso de manifiesto, que el proceso fuera de primarias: el tan traído "un militante, un voto".

En este contexto de confusión, Díaz y su entorno razonan: el PSOE tradicionalmente ha tenido un líder ganador. Y la marca más solvente es la de la presidenta andaluza. En un escenario calculado en el que se van sucediendo los apoyos de los líderes regionales, la burbuja pro Díaz va inflándose.

Por el camino, ni Patxi López ni Carme Chacón se van a presentar. La catalana no cuenta con apoyos suficientes y lo sabe. Pero Díaz, 'aparatchnik' nata, conocedora de todas las tripas de la organización, no quiere enfrentamientos con Eduardo Madina, que apuesta por las primarias. Se busca un pacto y alguna que otra reunión hay en Ferraz.

Madina es un hombre de Manuel Chaves y Patxi López. Al igual que hay quien ven en Pedro Sánchez la mano de Pepe Blanco. No hay que olvidar que gran parte del aparato federal, Óscar López incluido, entró de la mano del gallego.

En Andalucía, luchan mientras tanto dos corrientes: los que ya se ven en algún cargo nacional y los que optan por la cordura y ven un problema arriesgarse a perder la Junta de Andalucía para no se sabe qué (las encuestas electorales no dibujan un panorama nada halagüeño para el PSOE a nivel nacional). Además, la marcha de la secretaria general andaluza hubiera provocado un nuevo proceso interno en el PSOE-A.

Escenario 2: abdica el Rey

La abdicación del Rey parece no tener mucho que ver, de entrada, con el escenario interno del PSOE, pero sí. Rubalcaba había pactado con la Casa Real una sucesión tranquila y con el máximo apoyo del partido. Y las bases están demasiado soliviantadas como para tragarse que la ideología socialista es monárquica. Ante esa tesitura, Díaz, que ya habló a favor de la transición hacia Felipe VI, podría haber tenido algún problema con las bases.

Con todos estos ingredientes, queda claro que no iba a haber en ningún caso una alfombra roja ni una aclamación general. Al menos, no fácilmente. Díaz escucha muchísimo a su secretario de Organización, Juan Cornejo; a su consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, y a su jefe de gabinete, Máximo Díaz Cano. Escucha y toma la decisión de no presentarse.

Este martes, se sucedían los 'sms', llamadas y 'whatsapp' entre los militantes andaluces. La mayor parte de ellos respira tranquila porque se podía haber generado una situación de mucha inestabilidad. Ahora, la marca Susana Díaz cotiza más enteros. Y nadie duda de que no ha hecho sino una inversión de futuro.

¿Y qué pintará Díaz en el Congreso Extraordinario?

Pues, estar al frente de la organización territorial que acapara un tercio de los afiliados. Quien quiera que reine en el PSOE tendrá que hacerlo con la venia de Díaz, que ahora podrá sacar pecho por su implicación con Andalucía y por anteponer el interés general al particular y la retahíla prevista. 


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